El nuevo gobierno debe abrazar las críticas
El nuevo parlamento electo a fines de 2018 está en pleno funcionamiento y también lo está el gobierno establecido a continuación.
A partir de los primeros días del movimiento popular nacido en abril de 2018, sus líderes ya anunciaban su intención de ser el gobierno del pueblo. Nigol Pashinian, Ararat Mirzoyan, Alén Simonian, Arayik Harutiunian, Mekhitar Hayrabetyan y varios otros de sus colegas aseguran continuamente que aceptan y alientan las críticas a sus decisiones, planes políticos y proyectos de diversa índole.
Es notable el éxito que han alcanzado al compartir con el pueblo un sentido de participación en la gobernabilidad. Su carismático mensaje ha logrado convertir a miles de ciudadanos en sus partidarios incondicionales e incluso seguidores a ultranza.
Sin embargo, las acciones hablan más que las palabras, especialmente cuando se contradicen entre sí.
Hace solo unos días, después de que el gobierno presentara su plan operativo, la Federación Revolucionaria Armenia – Tashnagtsutiún ofreció sus puntos de vista y transmitió algunas críticas sobre diversas áreas que consideraba pertinente objetar.
El Ministro de Educación y Ciencia, Arayik Harutiunian, respondió rápidamente y afirmó que el ministerio, que estuvo encabezado por miembros de la FRA durante años, está en “ruinas”.
Hay dos problemas principales con la respuesta del ministro Harutiunian.
La cartera que representa y todos los demás ministerios pueden estar en mejores condiciones. Sin embargo, su evaluación y la culpa inherente a la FRA es simplemente infundada y falsa.
Aquí hay una lista parcial de los logros conseguidos por el Ministerio de Educación mientras fue dirigida por los miembros del Tashnagtsutiún:
*Los salarios de los maestros pasaron de unos 15,000 a 90.000 dram.
*Se lanzó el programa educativo del Banco Mundial, que dirige todos sus recursos a las reformas de educación general y al lanzamiento de programas de elaboración de libros de texto.
*Por primera vez en Armenia, se estableció una Ley de Educación.
*En vigencia hasta hoy, la ley regula el sistema educativo del país.
*Se crearon campus de aprendizaje avanzado.
*El ajedrez se introdujo como parte del plan de estudios estándar.
*Se inició la cooperación con las instituciones educativas de la diáspora y las instituciones.
*El ministerio comenzó a preparar libros de texto para la Diáspora.
*Se desarrolló un programa de capacitación para maestros armenios de la Diáspora.
*Se elaboraron procedimientos de financiamiento y administración escolar a pequeña escala.
*Los estudios armenios, la educación patriótica nacional, la historia de la Iglesia armenia y los estudios de la Causa armenia se optimizaron en los currículos escolares.
¿Se podría haber hecho más? Sí. ¿Suena esto como un sistema en desorden? No.
Dicho esto, el problema más serio con la respuesta del Sr. Harutyunyan es su falta de voluntad para escuchar comentarios. Sin embargo, esta reacción no es exclusiva de él. Prácticamente todos los confidentes del Primer Ministro Pashinian se comportan de la misma manera y tienen respuestas similares a las críticas.
¿Qué pasó con las críticas y comentarios de bienvenida? Parece que el intento de dividir al pueblo sigue siendo una táctica utilizada por los miembros del gobierno y los líderes de la Asamblea Nacional.
A través de numerosos anuncios, el Tashnagtsutiún ha dejado en claro que es una fuerza de oposición extraparlamentaria (en Armenia todos los que no están en el gobierno se consideran automáticamente oposición), que será crítico con el gobierno (muy normal con todas las fuerzas de la oposición, recordemos los demócratas y los republicanos estadounidenses).
Sin embargo, la FRA también ha dejado en claro que el partido está dispuesto a cooperar con el gobierno en temas sobre los que comparte un acuerdo ideológico. Además, el Tashnagtsutiún también ha explicado que todas sus críticas serán constructivas y no tendrán la intención de desacreditar u obstaculizar el trabajo del gobierno. Ya ha demostrado su futuro accionar al establecer once comités integrados por más de 150 militantes partidarios que estudian los planes y decisiones del gobierno, proponiendo alternativas cuando el partido no está de acuerdo con las decisiones, los planes o las políticas de la administración Pashinian.
A la luz de esto, tales respuestas políticamente inmaduras a las críticas, especialmente cuando son repetidas una y otra vez por líderes de cualquier país, se convierten en el reflejo de la forma de pensar y operar del nuevo gobierno.
El parlamento del país está dirigido por un partido (la alianza Mi Paso) que tiene el poder de voto mayoritario. Cuando cualquier grupo posee una porción tan grande del poder, a los ciudadanos se les quita sustancialmente la posibilidad de establecer puntos de vista diferentes
Además, cuando los dueños de ese poder comienzan a desechar abiertamente opiniones que son contrarias a las suyas, la situación madura para todo tipo de perjudiciales repercusiones, una realidad posible sobre la cual el Tashnagtsutiún ha alertado una y otra vez.
Tengo la esperanza de que los representantes del gobierno se aparten de sus rígidas y divisorias perspectivas y acepten las críticas constructivas proporcionadas por los opositores de facto, especialmente cuando se presentan alternativas tangibles y probables desde un partido que ha apoyado a su pueblo desde su fundación.
Pensemos en la construcción de nuestra nación.
Vikén Sosikian
Asbarez