Elecciones parlamentarias con incierto resultado final
El jueves 30 de marzo se clausuró la campaña electoral rumbo a las elecciones parlamentarias más importantes de la República de Armenia moderna, aquella que recuperó su independencia hace poco más de un siglo.
Nueve listas de candidatos representando a diversas coaliciones y partidos políticos competirán el domingo 2 de abril por un escaño en la Asamblea Nacional de Armenia.
Como nunca, el proceso previo a los comicios tuvo un desarrollo intenso en todo el país. Casi todas las agrupaciones llevaron a sus postulantes a recorrer el interior armenio en búsqueda del voto que les permitirá a algunos luchar por la supremacía parlamentaria y a otros obtener el piso necesario para poder acceder al parlamento.
Pese a lo expresado por el gobierno y reclamado por diversas organizaciones europeas en dirección a que estas elecciones transcurrieran en orden, con libertad y sin actos de corrupción; lo visto hasta el momento sólo anticipa que el escenario será el mismo que en pasadas votaciones.
La compra de votos parece haberse institucionalizado de tal modo que hasta la vicepresidenta del parlamento, la oficialista Herminé Naghtalian declaró a la prensa que el dinero ofrecido para la compra de un voto no era más que un acto benéfico. En similar dirección se pronunció el hoy primer ministro Karén Karapetian cuando justificó el accionar de los directivos y directores escolares que no sólo hicieron campaña a favor del Partido Republicano, sino que utilizaron las listas de alumnos para que el gobierno hiciera proselitismo en beneficio propio. Dijo el funcionario que los docentes que eran partidarios políticos tenían derecho a expresar su pertenencia y trabajar para la campaña electoral. Olvidó explicar porqué muchos de los maestros consultados dijeron sentirse obligados o intimidados para redactar y entregar esos listados.
Pero también la oposición en cabeza de Gaguik Tsaroukian utilizó métodos reñidos con los disposiciones electorales prometiendo dinero, trabajo y hasta medios económicos para intervenciones quirúrgicas.
En este contexto se debatió el Tashnagtsutiún que llevó a cabo una esforzada campaña donde prácticamente todos sus candidatos se presentaron en sociedad mostrando la existencia de un equipo de trabajo organizado y con proyectos concretos, y no la de un grupo que camina detrás de un supuesto líder como muestra realidad de la mayoría de las demás listas partidarias. Sus actos de cierre sorprendieron por lo multitudinario, en especial en el interior del país donde la FRA tuvo gran adhesión popular.
Encuestas y proyecciones
Un día después del cierre de las campañas previas a las elecciones se conocieron los resultados de las encuestas elaboradas por la filial local de la multinacional Gallup. En una conferencia de prensa (foto) los responsables de esa organización hicieron públicos los resultados de los sondeos previos realizados en todo el país. Los partidos Republicano y Armenia Próspera tendrían una intención de voto del 30 y 29 % respectivamente, en tanto el tercero en las lista de preferencias populares es la coalición “ElK” con el 9%, siguiéndole la FRA-Tashnagtsutiún con algo más del 7% de los votos posibles. Recordemos que para poder acceder a la Asamblea Nacional los partidos deben alcanzar un piso del 5% de los votos emitidos y las coaliciones el 7% de los mismos. Aquellos que no alcancen esa meta quedarán sin posibilidades electorales.
Esta es la consulta previa más confiable porque proviene de una entidad reconocida mundialmente que difícilmente se avenga a falsear los datos de su encuesta en favor de alguno de los candidatos. Pero en líneas generales los otros tres o cuatro sondeos realizados coinciden en ubicar al tope de la preferencia de los votantes a los dos partidos que lideran hoy el Parlamento.
De hacerse realidad estos guarismos se abrirá un nuevo escenario en la política armenia porque de acuerdo a lo establecido por la nueva constitución de no producirse la victoria mayoritaria de algún partido o alianza, se deberá celebrar una segunda vuelta electoral de la cual podrán participar únicamente las dos listas que hayan obtenido más votos en las elecciones.
Esta instancia será llevada adelante si antes no se establece una coalición de gobierno que alcance los porcentajes de mayoría exigidos por la nueva Constitución de Armenia. Si se llega a una nueva elección, de ella podrán participar las citadas dos listas con nuevas alianzas electorales.
Llamativamente son pocos los analistas que se hayan referido a esta posibilidad que abriría nuevas puertas a los partidos que hayan cosechado un caudal interesante de votos. El Tashnagtsutiún ya anticipó a través de las declaraciones de su ministro David Lokian que seguirá trabajando en colaboración con el gobierno hasta el final de mandato de Sarkissian.
Sin embargo, Lokian dijo en un acto de campaña que la FRA se retiraría del gobierno si hubiera un motivo excepcional que así lo amerite y citó como ejemplo la ruptura de la anterior coalición motivada por la firma de los protocolos entre Armenia y Turquía impulsada por el presidente Sarkissian.
El paso del tiempo dio la razón al Tashnagtsutiún que se opuso tenazmente a ese equivocado paso de la diplomacia armenia. Hoy los protocolos quedaron enterrados debajo de la alfombra negacionista de un Erdogan más preocupado por alcanzar el poder supremo de su país que de resolver sus conflictos de derechos humanos con su vecina Armenia.
El lunes 3 de abril con el resultado de las elecciones podremos avisorar qué le espera a Armenia en los próximos años.
Jorge Rubén Kazandjian