Eligen a Ararat Mirzoyan como nuevo presidente de la Asamblea Nacional
Ereván (RFE/RL).- Diez días después del triunfo en las elecciones del 9 de diciembre, la alianza Mi Paso del primer ministro Nigol Pashinian nombró el miércoles al nuevo presidente de la Asamblea Nacional y a dos de sus tres suplentes.
Ararat Mirzoyan renunciará a su posición de viceprimer ministro primero para pasar a ocupar la dirección de la cámara. Otros dos importantes miembros de la coalición, Lena Nazarian y Alen Simonian, asumirán el rol de vicepresidentes.
También se anunció que la ministro de Cultura saliente, Lilit Makunts, conducirá esta facción, que tendrá 88 escaños de los 132 totales. Los anuncios se dieron tras una reunión liderada por el mandatario armenio.
En relación a esto, fue el propio Mirzoyan quien decidió abandonar el gobierno y regresar al parlamento, donde se había desempeñado hasta las movilizaciones de mayo. Este anticipó además que habrá cambios sustanciales en el nuevo gabinete.
El hombre de 39 años desestimó las afirmaciones de los críticos de que los nuevos legisladores serían personas jóvenes e inexperimentadas que no podrán legislar buenas leyes o mantener bajo control al poder ejecutivo: “Por favor no asocien la edad con la experiencia. He visto muchos amañadores de elecciones, oligarcas y sinvergüenzas con muchos años”.
Según la ley armenia, la tercera vicepresidencia está reservada para la oposición a nivel legislativo, de manera que se entregará a Armenia Próspera o a Armenia Luminosa, que obtuvieron 26 y 18 lugares respectivamente.
Desde la primera de estas fuerzas aseguraron que nominarán a un candidato en los próximos días. Su elegido será desafiado por una de las líderes de Armenia Luminosa Mané Tandilian, quien se ha desempeñado como ministro de Trabajo y Asuntos Internos en el gobierno de Pashinian.
La exfuncionaria admitió que en la práctica el tercer vicepresidente también sería seleccionado por la alianza Mi Paso. Ambas minorías evitaron criticar al premier durante la campaña, lo que llevó a varios analistas políticos a cuestionar su rol como opositores. En su lugar se atacaron fuertemente entre sí, especialmente después del sufragio.