En medio del genocidio, Artsaj aceptará ayuda humanitaria de Rusia a través de Aghdam: A cambio, Azerbaiyán permitirá el paso de ayuda humanitaria por el Corredor de Lachin
El nuevo Gobierno de la República de Artsaj (Nagorno Karabaj) con Samvel Shahramanyan como Presidente electo anunció el 9 de septiembre que aceptarán ayuda humanitaria de Rusia a través de la carretera de Aghdam (Akna), mientras que, a cambio, Azerbaiyán permitirá el transporte de carga humanitaria por parte de las fuerzas de paz de Rusia y del Comité Internacional de la Cruz Roja a través del Corredor de Lachin.
"El Gobierno de la Federación de Rusia tomó la iniciativa de proporcionar ayuda humanitaria a la República de Artsaj, teniendo en cuenta la crisis humanitaria creada en nuestra república. La ayuda, que contiene productos vitales de producción rusa, fue enviada el otro día a Artsaj por la Cruz Roja Rusa en los vehículos de esa organización. Las autoridades de la República de Artsaj, basándose en la necesidad de mitigar los agudos problemas humanitarios causados por el bloqueo total implementado por Azerbaiyán, han decidido permitir la entrada de mercancías rusas a nuestra república a través de la localidad de Askeran", anunciaron las autoridades de Artsaj. "Al mismo tiempo, se llegó a un acuerdo según el cual se restablecerá el transporte de carga humanitaria por parte de las fuerzas de paz rusas y del Comité Internacional de la Cruz Roja a través del Corredor de Lachin".
Samvel Shahramanyan: "Los derechos de los armenios de Artsaj no están protegidos por el derecho internacional"
Dirigiéndose a la Asamblea Nacional de Artsaj, Samvel Shahramanyan explicó la situación que enfrenta la República: "Al reevaluar su concepto de seguridad a la luz de las realidades de la posguerra, la República de Armenia se alejó efectivamente de su papel como garante de la seguridad de Artsaj a largo plazo y adoptó un enfoque conocido como 'agenda de paz'. El núcleo de esta agenda es el reconocimiento de la integridad territorial de Azerbaiyán, incluida Artsaj, con la condición de salvaguardar los derechos fundamentales y los derechos de los armenios de Artsaj".
"A su vez, Azerbaiyán, aprovechando que los actores internacionales no han tomado medidas objetivas, está violando gradualmente las disposiciones de la declaración tripartita del 9 de noviembre de 2020 y aumentando la presión sobre Artsaj para que implemente su propio programa de 'integración'. Al mismo tiempo, Azerbaiyán sigue pregonando en todas las plataformas internacionales que el conflicto de Artsaj ya se ha resuelto, que no existe Nagorno Karabaj y que la cuestión de garantizar los derechos y libertades de los armenios locales es una cuestión interna de su país", continuó.
"Por el contrario, los actores destacados de la política global sólo se sienten satisfechos con el creciente volumen diario de preocupaciones, exhortaciones y llamamientos. La aplicación de las decisiones de los tribunales internacionales y europeos de derechos humanos también sigue siendo incompleta. Es evidente que ningún actor internacional está actualmente interesado en aplicar medidas duras para influir sobre Azerbaiyán. Además, existe la creencia de que es realista involucrar a Stepanakert en discusiones sobre la agenda de integración", explicó.
"En otras palabras, podemos afirmar que los derechos y los intereses legítimos de los armenios de Artsaj no están protegidos en el marco del derecho internacional. En consecuencia, considero que nuestras ideas y expectativas en relación con el derecho internacional son poco realistas y alejadas de la realidad, ya que es obvio que la política internacional, la geopolítica e incluso las guerras no ocurren dentro del marco del derecho internacional".
Es por eso, explicó el Presidente de Artsaj, que no les queda otra opción más que "intentar encontrar soluciones intermedias basadas en la situación".
"Aunque Rusia y el Occidente colectivo tienen puntos de vista opuestos sobre el conflicto, es importante reconocer que existe un consenso global sobre ciertos aspectos del conflicto de Artsaj, incluidos los siguientes:
1) El conflicto de Artsaj no se ha resuelto, como afirma Azerbaiyán, por lo que Nagorno Karabaj es un territorio en disputa que debería recibir un estatus específico.
2) Artsaj y Armenia deben tener conexiones de transporte directas: el Corredor de [Berdzor] Lachin. Contrariamente a lo que afirma Bakú, este último está cerrado desde hace mucho tiempo y debería abrirse. También deberían ponerse en marcha otras carreteras regionales, pero no pueden sustituir al corredor de Lachin ni considerarse una alternativa al mismo.
3) Stepanakert debería negociar con Bakú. Además, en este asunto, tanto la Federación de Rusia como Occidente colectivo están dispuestos a proporcionar una plataforma y actuar como mediador, a lo que Azerbaiyán se opone categóricamente.
Los puntos antes mencionados son la base para construir la política exterior de Artsaj dentro de este marco".