Epílogo semanal 28/10/21

28 de octubre de 2021

Nuestra micro-militancia

Foto de Emmanuel Fernández - Clarín

Se estrenó “El secreto de Maró”, una película que cuenta la historia de una sobreviviente del Genocidio Armenio protagonizada por Norma Aleandro que personifica a una cocinera armenia.

El embajador argentino en Armenia, Mariano Vergara, dijo que “Esta conmovedora película nos habla de una tragedia bien armenia, pero vista a través de los ojos argentinos” y ese es, justamente, uno de los valores de esta obra de Alejandro Magnone. Vergara presentó el film en el Festival Internacional de Cine Golden Apricot en Ereván.

Durante la rueda de prensa de la película que se realizó en el Restaurant Armenia de la Asociación Cultural Armenia, Guillermo Ferraioli Karamanian, dirigente institucional, resaltó la importancia del film: “Es muy significativo para nosotros que las historias de nuestras familias y antepasados puedan ser contadas desde un lugar en el que no lo hacemos normalmente”.

Más adelante, hablándole a los actores, Ferraioli Karamanian afirmó que: “una historia como la que ustedes pudieron encarnar en esta película queda grabada en la gente de una manera en la que no hay derecho a réplica que pueda tergiversarla”.

Si bien es una ficción, El secreto de Maró habla de nosotros. Es una historia original, muy bien llevada, interpretada con actores de primera línea. La apuesta es grande y merece una respuesta acorde con una afluencia de público importante.

Quienes administran las salas ajustan su programación en función del éxito de la película que se traduce en los espectadores que tuvo el film cada semana. Una vez que empieza a caer el número de entradas vendidas las salas tienen pocos alicientes para mantener el film en cartelera y se reduce la cantidad de lugares de exhibición hasta que desaparece.

Como interesados directos de que llegue el mensaje debemos sostener el film en la cartelera el mayor tiempo posible. Es necesario incentivar e invitar a la mayor cantidad de gente posible para que asista a ver la película. Promoverla en las redes sociales, comentarla entre conocidos, salir del círculo de la comunidad armenia.

No debemos sentirnos satisfechos acudiendo solo con nuestras familias. Seguramente hay más familiares, amigos, vecinos, compañeros de estudio o de trabajo, colegas profesionales, proveedores, clientes a quien recomendar la película o, por qué no, obsequiar entradas para que asistan a ver El secreto de Maró. Esa debe ser nuestra micro-militancia.

Momentos decisivos para Armenia

Finalmente Nikol Pashinyan aceptó lo que la Alianza Armenia, la principal fuerza de la oposición, denunció en distintas oportunidades: que el Ejecutivo ordenó, en el mes de diciembre, el retiro de las Fuerzas Armadas de Armenia de la región de Syunik, en el sur del país, lo que facilitó la invasión de Azerbaiyán al territorio soberano armenio desde mayo de 2021.

Pashinyan justificó su decisión para “para evitar la guerra”. La revelación se produce meses después de que un tramo de la autopista Goris-Kapan, ubicada en Syunik, fue bloqueada por fuerzas azerbaiyanas y comenzaron a detener vehículos comerciales de Irán e imponer impuestos a sus conductores lo que provocó una fuerte reacción de Teherán con una gran movilización de tropas hacia su frontera con Azerbaiyán.

El Primer Ministro hizo la declaración en la Asamblea Nacional el miércoles 27 de octubre. Ante los cuestionamientos de la oposición por no haber consultado con el Consejo de Seguridad, Pashinyan dijo que, si bien no se realizó una sesión del Consejo, de la discusión participaron todos sus miembros junto con el Gobernador de Syunik. Señaló también que el Ministro de Relaciones Exteriores no estaba al tanto, pero que el Viceministro sí.

Como denunció la diputada Anna Grigoryan, la entrega de Syunik no formaba parte de la declaración del 9 de noviembre de 2020 en la que se firmó el cese al fuego de la guerra de 44 días con Azerbaiyán.

Hay varias denuncias de líderes regionales armenios en las que se señalan que hay sectores importantes de sus provincias que están bajo el absoluto control de las fuerzas azerbaiyanas, algo que el Ejecutivo niega.

Un día antes de las revelaciones del Primer Ministro, el ex Ministro de Defensa de Armenia y actual diputado por Alianza Armenia, Seyran Ohanyan, afirmó que la frontera de Armenia con Azerbaiyán se conformó por coacción después de la guerra. Ohanyan se preguntó por qué no se tomó ninguna decisión de ocupar los puntos estratégicos (alturas y carreteras) de Armenia, ni siquiera en la línea de contacto no confirmada de la frontera con Azerbaiyán de la época soviética.

En las últimas semanas el clima social y político en Ereván está, nuevamente, muy caldeado. Muchos derechos civiles son avasallados. La policía está aplicando una violencia inusitada para disolver distintas manifestaciones juveniles especialmente en la capital. El martes, el diputado Gegham Manukyan de la FRA-Tashnagtsutiún, integrante del bloque Alianza Armenia, fue expulsado del Parlamento por el vicepresidente de la Asamblea Nacional del partido oficialista Contrato Civil tras repetir que “el que niega Artsaj es un traidor”. Sus pares lo imitaron al terminar sus palabras.

Según distintos portales armenios, existe una sospecha fundada de que en la próxima reunión, aún no confirmada ante la prensa, del 8 y 9 de noviembre en Moscú, Ereván y Bakú firmarán dos documentos sobre delimitación de fronteras y desbloqueo de rutas con concesiones vitales para Armenia. El ministro de Relaciones Exteriores de Armenia, Ararat Mirzoyan, respondió que las versiones que circulan no tienen una base real.

Este editorial de Aztag del Líbano que reproducimos en nuestro Diario, señala que no importa cuánto niegue Ereván la existencia de nuevos acuerdos: está claro que Moscú es el negociador en lugar de la parte armenia, y tampoco importa cuánto aparezca Bakú como parte negociadora ya que es igualmente clara la sombra de Ankara detrás del acuerdo.

De firmarse los nuevos documentos, Pashinyan y su gobierno intentarán presentar el acuerdo como un logro, un intento de instaurar una paz regional que a las claras será ficticio. La pregunta es qué viene después de esta supuesta paz amenazada constantemente por los discursos belicistas de Erdogan y Aliyev y si el costo lo debe pagar siempre el pueblo armenio.

Hasta la próxima semana.

Pablo Kendikian
Director de Diario ARMENIA

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