Estambul: Miles de personas recordaron a Hrant Dink una década después de su asesinato
Estambul, (EFE).- Miles de personas conmemoraron hoy, 19 de enero, el décimo aniversario de la muerte de Hrant Dink, un periodista turco-armenio asesinado en 2007 en un crimen cuyas ramificaciones no se han aclarado hasta hoy. "Diez años sin Dink y sin justicia" fue el lema elegido para la marcha que, como todos los años, congregaba a una multitud ante la redacción de la publicación Agós, dirigida por Dink hasta el momento en el que fue asesinado a tiros justo en la puerta del edificio.
Aunque el homicida, menor de edad, fue condenado, y un militante ultraderechista cumple cadena perpetua por incitarlo al crimen, numerosos testimonios han mostrado que parte del aparato de seguridad del Estado conocía el peligro en el que se hallaba Dink y no hizo nada para impedir el asesinato.
El periodista se había convertido en enemigo público para ciertos sectores nacionalistas después de que un tribunal lo condenara en 2005 a seis meses de cárcel por "insultar a la nación turca" por una serie de artículos en los que Dink abogaba por una reconciliación histórica entre armenios y turcos.
Armenia y Turquía no tienen relaciones diplomáticas debido a sus diferencias sobre el genocidio cometido por el Imperio Otomano en la I Guerra Mundial (1914-1918) contra los armenios. Ankara no niega su responsabilidad en la matanza de armenios cristianos, pero rechaza su carácter de genocidio y lo considera un conflicto más en el marco de la Gran Guerra.
El asesinato del periodista provocó una enorme conmoción en Turquía y cientos de miles de personas marcharon tras su ataúd al grito de "Todos somos armenios", un lema que también fue el más coreado hoy en la marcha conmemorativa, convocada, como cada año, por el grupo "Amigos de Hrant".
Numerosos colectivos izquierdistas participan en esta marcha para pedir que se juzgue a altos cargos que se creen implicados en el crimen, pero la probabilidad de que se sienten en el banquillo es cada vez más remota.
"Ahora es peor que antes, hay cada vez menos libertad de expresión", opina en conversación con EFE un manifestante, Cihat Ebradi, empleado de una empresa de sondeos.
"Vengo todos los años a la marcha, salvo cuando estuve en la cárcel" confiesa este joven, que tuvo problemas con la justicia por su activismo a favor de los kurdos. "Ya antes militaba a favor de los derechos humanos, pero el asesinato de Hrant me hizo fijarme en la situación de marginación que viven los armenios en Turquía y desde entonces soy más activo", reflexiona.
"Nada ha cambiado en estos diez años", observa, por su parte, otra manifestante que acude con regularidad a la marcha anual.
La viuda de Hrant, Rakel Dink, pidió durante la conmemoración continuar la lucha por la justicia "en esta época oscura" y asemejó esta causa a la defensa de las mujeres víctimas de la violencia machista o contra la opresión de la minoría kurda, como parte de una visión universal de la justicia.
Desde el fallido golpe de Estado de julio pasado, las enormes purgas contra supuestos simpatizantes golpistas han llevado a la cárcel no solo a decenas de miles de funcionarios de sectores religiosos sino también a muchos activistas de la izquierda y, sobre todo, periodistas.
Turquía es hoy por hoy el país con más reporteros en la cárcel: 167 según la organización Reporteros sin fronteras, aunque ninguno ha sido asesinado en 2016.
Los carteles enarbolados durante la marcha mostraban la frase "Por Hrant y por la justicia" tanto en turco como en armenio y en kurdo, superando las divisiones entre comunidades.
Entre una grabación de un discurso del propio Dink y música armenia, no faltaron los gritos habituales de reivindicación: "Pediremos cuentas al Estado".
Pero pocos parecen tener ya esperanza de que la Justicia indague para averiguar quiénes quisieron acallar la voz de un periodista que dedicó su vida a buscar la reconciliación entre turcos y armenios.
Para EFE, Ilya U.Topper y Lara Villalón