Estereotipos de belleza. El modelo de extrema delgadez: no te dejes engañar…
¿Nos preguntamos alguna vez qué son los estereotipos de belleza? ¿Siempre fueron iguales? ¿A todos nos gusta lo mismo? Si buscamos en el diccionario la palabra “belleza” aparecen definiciones de lo más diversas. De hecho si intentamos definir lo que es bello, cada uno describirá algo que le gusta... y lo más probable es que no coincida con las ideas de los demás.
Si la belleza es algo subjetivo, ¿por qué entonces atarnos a dictámenes que otros imponen acerca de gustos? ¿Quién decide el tipo de modelo a seguir?
Lo cierto es que desde que el mundo es mundo, a las personas nos agrada gustar y para eso necesitamos vernos lindas. Pero ese “estar lindo” fue cambiando con el tiempo:
En la época prehistórica y más precisamente en la Edad de Piedra ya existía un canon de belleza sobre las mujeres, puesto que para aquellos tiempos lo más importante para las personas era la supervivencia, posiblemente los hombres escogían a las mujeres con los órganos reproductores muy marcados (pechos, vientre, caderas anchas…) para que a la hora de dar a luz les resultase más fácil y no muriesen durante el parto ni la mujer ni el niño.
Esto se sabe gracias a los estudios y descubrimientos arqueológicos que se han realizado.En la nobleza china, las mujeres debían soportar desde niñas que les vendaran los pies fuertemente. El objetivo: que los pies no crecieran, eso se consideraba bello: pies pequeñísimos, de un tamaño aproximado de diez centímetros. En occidente se ceñía otra parte del cuerpo, el torso, y el martirio se llamaba corsé.
En las últimas décadas está claro que el modelo de “chica linda” que se ha instalado es el de la mujer joven, muy delgada, de rostro angelical y un toque de rebeldía en su aspecto general.
Claramente, siempre ha habido una idealización respecto de la figura humana que no coincide con la de la mayoría de la población. Del corsé a las exigentes dietas hipocalóricas la diferencia sólo es el medio.
¿Cuál es el origen del problema?¿Son los medios los que realmente imponen el modelo de delgadez o bien toman la imagen de la sociedad y la devuelven multiplicada en la pantalla grande y revistas de moda? Sea como fuere, la situación ya está instalada, la sociedad y los medios se retroalimentan. De nada sirve dilucidar dónde se originó el problema.
Desde nuestro espacio de ESI (proyecto sobre Educación Sexual Integral), los docentes compartimos conocimientos, experiencias y puntos de vista. La intención es transmitir a nuestros adolescentes aquellas herramientas que les permitan analizar qué es lo que los medios les quieren vender y sólo consumirlo si así lo desean.
Profesoras Elizabeth Rizian y Griselda Zóttola