Falleció Hayrabet Alacahan, reconocido investigador del cine
El 18 de julio falleció en Buenos Aires Hayrabet Alacahan, un cinéfilo y crítico de cine muy apreciado en la cultura cinametográfica argentina por su conocimiento y pasión por el cine.
Alacahan trabajó como programador y seleccionador de diversos festivales de cine. Fue autor de la Enciclopedia Filmografías y del libro Abecedario Cinematográfico, trabajos muy valorados por profesionales y aficionados al séptimo arte. Además, fue fundador y director de la Fundación Cineteca Vida.
Hayrabet Alacahan nació en Estambul en 1950 y se trasladó a la Argentina a sus 20 años. En una nota para Página 12, Oscar Ranzani lo calificó como el “Indiana Jones de la historia del cine”. Su casa fue reflejo de su pasión, vivió con los estantes abarrotados de rollos de películas de todos los formatos y épocas que conforman un archivo personal muy valioso que recorre la cinematografía mundial con más de 100.000 películas y miles de libros, diapositivas, fotos y afiches.
En su voluminosa obra Filmografías (Autoría Editorial), Hayrabet Alacahan realizó un minucioso trabajo reuniendo a casi 10.000 cineastas de todas las épocas y de todo el mundo en dos tomos de más de 2.000 páginas y es la suma de muchos años de dedicación y de investigación.
“La idea es que otros sigan intentando completar lo incompletable. Mi proyecto es un diccionario disparador que pueda abrir puertas nuevas a los curiosos del cine. Y así seguirá engordando los diccionarios similares en todo el mundo. Cada diccionario será la parte complementaria del otro y sin importar que sea de otro idioma. Estoy convencido de que los libros también saben convivir. Miles de libros se llevan muy bien en las estanterías de cualquier biblioteca”, señalaba Alacahan en una entrevista con la Agencia Télam en 2019.
Hernán Khourian, cineasta y docente, explicó a Diario ARMENIA que conoció tarde a ´Hayra´ (como se lo conocía en el ambiente del cine). “Teníamos muchos amigos en común, ya sea del Museo del Cine o de distintos lugares. Era un personaje entrañable en un mundo singular como es el mundo del cineclubismo, como otra lógica de lo que es el cine industrial. Hayra estaba alrededor de gente interesante. Me decían que lo tenía que conocer, ante todo por los orígenes armenios de los dos, hasta que finalmente lo conocí y luego nos cruzamos muchas veces. Participé en sus enciclopedias. Estaba en todos los detalles pero básicamente desde una acción práctica cotidiana, una militancia. Le dedicó su vida a la práctica de la preservación, el cuidado y la difusión del cine pero, por sobre todo, desde la órbita amorosa que no separaba lo personal con su trabajo y la vida misma, eso lo hacía realmente una persona única y especial en el contexto”.