¿Historia Armenia o Historia de Armenia?
A raíz de una iniciativa del Ministerio de Educación y Cultura de la República de Armenia de cambiar el nombre de la materia "Historia de los armenios" a "Historia de Armenia" se generaron acalorados debates entre historiadores, gente de la cultura y parlamentarios.
La sutil diferencia en la denominación de la asignatura implica un cambio trascendental en el enfoque y la información que recibirán los alumnos de 7mo grado en la Madre Patria en un contexto en el que también se propone cambiar la Constitución, el himno y el escudo nacional.
En sucesivas entregas Diario ARMENIA publicará las opiniones de especialistas, dirigentes y lectores en general sobre este controvertido tema como forma de llegar a las posibles consecuencias en caso de prosperar la decisión. En este caso, la profesora Margarita Djeredjian nos acerca sus breves reflexiones.
La historia armenia es la de su pueblo y sería un despropósito limitar la narrativa y su enseñanza a la “Historia de Armenia”, aun cuando un lector desprevenido podría llegar a esbozar que se trata de lo mismo.
Por cierto, la historia tiene su propia dinámica. Territorios que crecen o se reducen, hitos ligados a determinados procesos que luego desaparecen, etapas de oscurantismo, pero también formas de vida, creencias, tradiciones, la lengua, la cultura, y su arquitectura -que planta presencia territorial en mayor medida fuera del actual Estado armenio- todos aspectos que forjaron indiscutiblemente, en el devenir de los tiempos, la identidad del pueblo armenio.
Los “Padres de la Historia” del siglo V, con Movses Jorenatsí como figura principal, fueron la fuente principal para el inicio de un recorrido que hoy se detiene frente a las actuales inquietudes de académicos e historiadores y gran parte de la sociedad, tanto en Armenia como en la diáspora, frente a los cambios en la currícula escolar de la enseñanza de la historia, que ya se puso en funcionamiento en el programa de 7° grado.
¿De qué hablamos cuando nos referimos a la historia armenia? No podemos limitarnos a la historia del actual territorio de Estado. La región habla por sí sola. Desde tiempos remotos se ha visto desfavorecida y prisionera de su situación geopolítica; los persas, los bizantinos, los mongoles, los turcos selyúcidas, los turcos otomanos y rusos ocuparon la región y sin embargo, por más compleja que haya sido la situación para los habitantes armenios, allí estuvieron y allí preservaron su identidad, y su enseñanza es esencialmente la de su memoria.
¿De qué hablamos cuando nos referimos a la infinidad de testimonios que dan muestra del Genocidio Armenio perpetrado en tiempos del Imperio Turco Otomano? En las primeras décadas de la nueva República de Turquía, se reescribió la historia y de ahí en adelante ese genocidio no existió más para los estudiantes turcos.
Hoy en Armenia, se plantea sacar del escudo de armas la imagen del Monte Ararat, símbolo por excelencia de su nación ¿Pero lo es para el Estado? ¿Cobrará algún tipo de envergadura la historia de tantos armenios que se dispersaron por el mundo para dar cuenta de que ellos lograron sobrevivir, aun cuando todavía no tenía denominación el horror y fuera el jurista Raphael Lemkin finalmente quien lo definiera como genocidio? ¿Cómo se enseñará la historia de Artsaj en Armenia?, ¿Se enseñará? ¿Es la historia de Armenia solo la que se encuentra dentro de los 29.800 kilómetros cuadrados?
Cabría preguntar hacia dónde deberá dirigirse el gobierno de Armenia en su actual peligro de desguace territorial y de encrucijada regional frente a las presiones de Turquía y Azerbaiyán para que hayan dado inicio a estas modificaciones en los libros de texto de Historia.
Margarita Djeredjian
Profesora de Historia
Directora de la Fundación Luisa Hairabedian
Ex rectora del Instituto San Gregorio El Iluminador