Histórica entrevista a Hampig Sassounian: "Por este pueblo vale la pena sufrir, sacrificarse y luchar"

Hampig Sassounian fue entrevistado por primera vez por Audición Gomidas el pasado 22 de octubre luego de cumplir su sentencia en Estados Unidos. La entrevista fue realizada por Garó Hekimian y Armenuhi Sheherlian.

Hampig Sassounian había sido condenado a cadena perpetua en 1984, dos años después de asesinar al cónsul general de Turquía en Los Ángeles Kemal Arikan. Arikan había sido baleado en su automóvil por dos hombres en el área de Westwood de Los Ángeles. Sassounian, quien nació en Beirut, Líbano, y provenía de una familia de refugiados armenios, fue identificado por testigos como una de las personas que llevó adelante la operación. Durante el juicio, la fiscalía remarcó que Sassounian “tenía motivos para matar a Arikan en venganza por el Genocidio Armenio cometido por los turcos otomanos de aproximadamente 1,5 millones de armenios entre 1915 y 1923”. El jurado determinó que Sassounian mató a Arikan el 28 de enero de 1982 y fue condenado a cadena perpetua. En 2002, un tribunal federal de apelaciones anuló la circunstancia especial de “origen nacional” de su sentencia, haciendo que fuera elegible para la libertad condicional una vez cumplidos 25 años de prisión. El 29 de octubre de 2021, Sassounian anunció que había sido liberado y ya se encontraba en Armenia.

Durante la entrevista, Sassounian aseguró que pasó toda su vida "soñando Armenia": "Durante toda mi vida, 59 años, he querido a Armenia, he soñado con Armenia, me ha gustado Armenia, le he cantado a Armenia, he leído libros y Armenia ha sido el centro de mi vida y no solamente he soñado ha Armenia, toda mi vida luché por Armenia y para mí fue muy natural que después de mi reclusión inmediatamente emigre y viva en Armenia el resto de mi vida". "Para mí era un sueño y una lucha de toda mi vida venir a Armenia. Todos saben cuánto he pasado en mi vida y me siento muy contento de estar aquí, de establecerme en Armenia. Nuestro trabajo, el trabajo del patriota armenio, aún no ha finalizado".

Tambíen contó que "hubiera querido visitar a todos los países con importante colectividad armenia, ya sea Argentina, Uruguay, Venezuela, Francia, Brasil y todos los países": "Para mí es muy importante mi pueblo, lo quiero infinitamente, ya he dicho que adoro al pueblo armenio, a pesar de todos sus errores y defectos, a pesar de que muchos han perjudicado al pueblo armenio, yo lo quiero mucho y toda mi vida he luchado por los derechos del pueblo armenio y nunca me arrepiento de ello, ya que el pueblo armenio merece a su patria, merece vivir en libertad y para llegar a todo eso, debemos unirnos y respetarnos mutuamente, debemos sacrificarnos por Armenia y la nación armenia y creo que tarde o temprano, un día nos uniremos y podremos sanar nuestras heridas".

Más adelante, Sassounian relató su deseo de publicar un libro: "Quiero que esas memorias sean sobre el pueblo armenio, sobre Artsaj, sobre Armenia, la Armenia histórica, la justicia, la Causa Armenia, nuestra dignidad nacional, sobre nuestros hijos, sobre nuestros nietos. Para mi Hampig Sassounian es un tema secundario en todo esto, el tema central será la patria, la nación. Si ese libro se escribe, quiero que el tema central sea la lucha y no la persona".

Sobre su encarcelamiento, aseguró haber sido "afortunado" por el hecho de que "desde el primer día de mi reclusión, el pueblo armenio estuvo conmigo en todos los aspectos, sin prejuicio alguno. De inmediato se realizaron colectas reuniéndose mucho dinero, manifestaciones, los abogados trabajaron mucho, la comunidad armenia llevó adelante un grandioso trabajo a mi favor por la defensa de mis derechos para que no me ocurriera algo y durante décadas luchamos miles de personas, mi familia, mis compañeros, siempre estuvieron ahí, porque no era solamente yo el encarcelado, si no que lo eran también esos miles de armenios que estuvieron siempre a mi lado. Y aquí quiero citar nombres, mi hermano Ara y su esposa Angela quienes siempre trabajaron mucho por mí, los Santikian de Fresno, la familia Yeghiaian de Los Ángeles, etc.. Y siempre me impulsaron para no perder la esperanza. También mis abogados armenios y no armenios trabajaron mucho y durante anos para lograr mi liberación y sin ese trabajo tal vez hoy yo no estaría aqui, estaría en prision por otros 10 o 20 años. También el pueblo armenio en general que siempre me apoyó y me defendió. He sido muy afortunado porque nunca fui olvidado por el pueblo armenio, me visitaban en prisión durante décadas, me escribieron cartas, por eso me siento muy orgulloso y no me arrepiento de nada ya que por este pueblo vale la pena sufrir, sacrificarse, luchar".

"Para mí no hay nada más honorable que servir a la patria por la justicia y su libertad. Manifiesto a todos mi agradecimiento de corazón, a la Audición Gomidas que por mucho tiempo siempre me ha recordado en Uruguay, a los armenios del Líbano, de Siria, Estados Unidos, Francia, e inclino mi cabeza ante todos. Nuestro trabajo no ha finalizado, todos saben los días que estamos enfrentando, tenemos que unirnos y luchar juntos y juntos curar las heridas de nuestra patria y de nuestra nación y estoy convencido que así será, porque ya no tenemos derecho a fracasar".

Luego, transmitió un mensaje a la juventud: "Quieran su nación, quieran a su patria, a la lengua armenia, quieran a Armenia, a la música armenia, hablen entre ustedes en idioma armenio, respétense y quiéranse entre ustedes. En nuestro pueblo hay algo lamentable, cuando se considera por ejemplo al armenio de Armenia, al armenio de la diáspora… este pensamiento de que somos de distintas nacionalidades es nuestra mayor debilidad, es directamente como un cáncer entre nosotros… por eso hemos llegado a esta situación, ya que uno siente odio hacia el otro o tiene un concepto basado en la ignorancia. Somos una sola nación, tenemos que unirnos, querernos mutuamente y juntos servir a la nación armenia". "Debemos ser merecedores del amor y del respeto de nuestro pueblo, sirviendo a este sin exigir nada a cambio", aseguró, y dedicó la canción "Verkerov li jan feda em", "la mayor manifestación de respeto, el mayor homenaje a nuestros soldados, fedayíes y compañeros sacrificados por un ideal".