HOM: Janasor y el rol de la mujer armenia en la lucha de liberación nacional

Decir Janasor nos lleva a pensar en una época de algún modo remota, en la que el pueblo armenio defendía con todo su potencial su existencia misma. Nos retrotrae en el tiempo hasta fines del siglo XIX, en aquellos territorios históricamente ancestrales armenios que hoy aún sangran heridas nuestras y ajenas bajo el yugo opresor turco.

La heroica expedición de Janasor, el 25 de julio de 1897; marcó uno de los hitos más trascendentales de la historia armenia contemporánea, pues demostró que con determinación, planificación y conciencia se adquiere fortaleza, y la posibilidad de llegar a un objetivo se transforma en realidad.

Cuando en aquellos años el Sultán Abdul Hamid, apodado muy acertadamente el Sultán Rojo por la sangre que derramaba, acechaba y atacaba centenares y miles de poblaciones armenias sin contemplación, masacrando y destruyendo por intermedio de sus tropas otomanas y de numerosas tribus kurdas, los fedayines armenios no escatimaban esfuerzos para asumir la autodefensa de la población, y tanto hombres como mujeres luchaban por un mismo ideal, en pos de la supervivencia de nuestro pueblo.

En este 25 de julio, al cumplirse el 120° aniversario de la heroica expedición de Janasor, en la que los valientes fedayines de la FRA-Tashnagtsutiún encabezados por Nigol Tumán, Vartán de Janasor y Hovsep Arghutian vengaron la masacre cometida por la tribu kurda Mazrig por orden del Sultán Rojo, sin dudas homenajeamos también a las mujeres armenias que lucharon a la par de nuestros hombres, y que mantuvieron en alto el honor y la grandeza de nuestra nación, transmitiéndonos aquella magnífica fortaleza, que se perpetúa en el tiempo.

Mujeres increíbles como Sosé Mairig, Rupina Ohanchanian, Tamara y Genia Atamian, Maró (Mariam Magarian), Shenigtsí Shaké, Natalia Amirkhanian y tantas otras, que guían nuestro camino y nos permiten comprender que todo es posible, que brindarse por el otro, por la nación, por un ideal, por objetivos supremos, nos permite emponderarnos y hacer realidad proyectos que no son utopías imposibles de cumplir, sino que son realidades por concretar.

HOM nos posibilita eso y mucho más. Porque la fuerza de estas mujeres que en el pasado lucharon junto a nuestros fedayines nos acompaña hoy y siempre, sumada al legado heredado de todas las HOMuhí que nos antecedieron, para que a través de HOM continuemos en este sendero, ayudando con todo nuestro potencial al engrandecimiento de la nación armenia tanto en Armenia, en Artsaj como en la Diáspora toda, y asimismo participando con total plenitud en las sociedades en las que vivimos y nos desarrollamos.

Con la labor solidaria y voluntaria que desarrollamos a través de HOM para el prójimo. Porque el abanico que nos brinda HOM para poder ayudar a quien lo necesita es tan amplio que nadie puede quedar afuera, que todos podemos dar nuestro aporte, cualquiera sea su magnitud, pues todo suma y lo que importa es, en definitiva, hacer el bien.

Dra. Graciela Kevorkian

Presidente de la Comisión Regional Sudamericana de HOM