Homenetmen: 35º Aniversario de Marzig
“MARZIG” es el espejo de HOMENETMEN, el órgano oficial, que se publica desde hace 35 años. Los cuatrocientos números que se publicaron durante estos años, son el fruto del sacrificio y la continuidad, que son los elementos indispensables para la permanencia de un periódico.
Decimos 35 años, pero no se ve el cansancio de los años, el esfuerzo volcado, el trabajo y la consagración de todos quienes fueron sus fundadores y sus continuadores, para consolidar los objetivos y las aspiraciones del periódico.
Decimos 35 años y parece que fue ayer, cuando se pusieron las bases fundamentales de esta publicación de la Comisión Central de HOMENETMEN, con la finalidad de establecer lazos de unión entre las diversas regiones de la institución, para difundir el trabajo y la palabra de HOMENETMEN.
Ayer fue ese día. En los días más difíciles de la guerra del Líbano, cuando la muerte y las ruinas se esparcían por Beirut, cuando la gente contaba las bombas y las víctimas, más allá un grupo de “locos”, fieles a HOMENETMEN, emprendían la tarea de editar y publicar un periódico que sería el espejo de las actividades de la institución en la Diáspora, desde los lobatos y las ardillas, hasta los Congresos
Un periódico que iba a ser el archivo permanente de los logros y los movimientos de HOMENETMEN.
Un periódico en el cual no sólo se iban a reflejar las actividades de HOMENETMEN. Allí se iban a mostrar también los éxitos de los deportistas de la patria, así como los campeones mundiales con sus debilidades.
Así nació “MARZIG”, para vivir por largos años, con la garantía de vivir para siempre.
No fue fácil el nacimiento de “MARZIG”. Los trabajos preparatorios insumieron un año, a pesar de que la idea nació mucho antes, durante el desarrollo de las sesiones del Primer Congreso General de Delegados de HOMENETMEN celebrado en 1974. Tras la creación de la estructura internacional de HOMENETMEN, se puso bajo análisis la publicación de un órgano oficial.
A partir de allí, las filiales dispersas de HOMENETMEN se agruparon formando una unidad a lo largo y ancho del mundo. Así se consolidaban los objetivos institucionales de HOMENETMEN y extendía su campo de acción.
La Comisión Central de HOMENETMEN, elegida por el Primer Congreso General de Delegados, puso énfasis en la consolidación de la nueva estructura institucional y para ello programó la realización de actividades con sentido inter comunitario.
En 1979, el Segundo Congreso General de Delegados de HOMENETMEN, resolvió expresamente la edición y publicación del órgano oficial de la institución. El Congreso General de Delegados le impuso a la Comisión Central la obligación de hacer realidad esta decisión.
Las condiciones estaban dadas y todos eran conscientes de la utilidad y la importancia de un periódico. Iba a ser el vínculo inmediato entre las filiales e iba a contribuir a la difusión de la ideología y el espíritu de HOMENETMEN entre los jóvenes.
El primer número de “MARZIG” vio la luz luego de un parto difícil. Si bien la Comisión Central designó una Comisión de Redacción, Vartkés Der Garabedian tomó sobre sus hombros la responsabilidad total de las tareas de supervisión de la edición y publicación del periódico. Tomó a su cargo la edición de todos los artículos, supervisó las tareas de impresión, corrección y compaginación. Preparó el contenido del periódico. Yervant Demirdjian escribió os editoriales. Harutiún Kazandjian (H. Khegart) preparó la página de entretenimientos y escribió los artículos referidos a la vida deportiva. Varuyán Mouradian redactó las páginas sobre la actividad deportiva internacional. Terenig Terdjanian se ocupó de los aspectos relacionados con la salud. Conocidos intelectuales como Mushegh Ishján y Garó Poladian escribieron varios artículos. Veteranos Homenetmenagán, los Reverendos Padres Dikrán Joian y Shavarsh Mehrabian, el Arzobispo Nersés Pajdikian y Vaghinag Miskdjian escribieron sus memorias. Yosef Nalbandian escribió sobre la realidad de la vida deportiva internacional. Sarkis Sarkisian escribió artículos mordaces sobre episodios de la vida deportiva. Desde las filiales se recibieron notas sobre sus actividades.
En los primeros años, la Oficina de Redacción y la Comisión Administradora de “MARZIG” se establecieron en las filiales de HOMENETMEN, en las imprentas, en las casas y comercios de los integrantes de las comisiones.
El periódico es responsabilidad de HOMENETMEN, entonces es sólido. Vio la luz a pesar de la crisis en el Líbano, a pesar de los frecuentes cortes en el suministro de la energía eléctrica, a pesar de las dificultades de desplazamiento de un lugar al otro de la ciudad, que demoraban pero no impedían las tareas de edición e impresión, porque en última instancia era el resultado de la sumatoria de los sacrificios.
Darle nacimiento al periódico fue una cosa, hacerla vivir fue otra cosa.
En 1983, la Comisión Central elegida por el Tercer Congreso General de Delegados de HOMENETMEN, designó a Yervant Demirdjian y Varuyán Mouradian como editores responsables del periódico, a Vartkés Der Garabedian y Harutiún Kazandjian como colaboradores de los editores. También fue invitado Krikor Sukiasian para apoyar la tarea de los editores.
Puzant Torikian y Mihrán Shimshirian asumieron las tareas administrativas del periódico.
1983 – 1987 fue un período fecundo en el que se cumplieron todas las expectativas. El entusiasmo era muy grande. Sin embargo, inesperados acontecimientos obstaculizaron el desarrollo de las actividades.
A consecuencia de la guerra en el Líbano, la Comisión Central de HOMENETMEN trasladó su sede, ubicada en la filial Beirut, a Bourdj Hammoud, dónde luego de vagar de filial en filial, se estableció en una pieza cedida por el Arzobispado. Ante esta circunstancia, encontrar una sede para la Comisión Central de HOMENETMEN y la redacción de “MARZIG” se transformó en una cuestión prioritaria. Las búsquedas llevadas a cabo por Vartkés Der Garabedian y Puzant Torikian se hicieron realidad y HOMENETMEN tuvo su sede propia sobre una de las principales calles de Bourdj Hammoud.
Sin embargo, dos acontecimientos conmovieron el espíritu de los homenetmenagán. En primer lugar, la tentativa de asesinato de Harutiún Kazandjian en su propio consultorio. En segundo lugar un hecho más desgraciado: el despreciable asesinato de Vartkés Der Garabedian, el 31 de enero de 1986, junto a Levón Berberian y Nersés Jiudaverdian.
Se conmovió toda la armenidad de la Diáspora y junto a ella la Comisión Central de HOMENETMEN y la redacción de “MARZIG”. La pérdida fue enorme, sin embargo el trabajo debía continuar.
Inmediatamente, Varuyán Mouradian, miembro de la Comisión Central de HOMENETMEN, asumió la responsabilidad de la redacción y Yervant Demirdjian continuó escribiendo los editoriales.
En 1987 se celebró el Cuarto Congreso General de Delegados de HOMENETMEN. La Comisión Central elegida por el mencionado Congreso designó a los responsables de la redacción y administración de “MARZIG”. Yervant Demirdjian, Hovhannés Der Haroutunian y Garó Tutundjian integraron la Comisión de Redacción y Mihran Shimshirian, Badrig Gulbenkian y Ara Hagopian integraron la Comisión Administradora. Yervant Demirdjian fue designado editor de “MARZIG” y Varuyán Mouradian responsable de la Comisión Administradora.
La guerra del Líbano cambió por completo la vida cotidiana de la gente, cuya gran mayoría pasaba los días en refugios húmedos y obscuros. En los temporarios momentos de pacificación había que ocuparse de los trabajos institucionales y de la publicación de “MARZIG”. Las condiciones de trabajo no eran normales. Era necesario adecuarse a las circunstancias y publicar el periódico a toda costa, para registrar las aspiraciones de una generación, para transformarse en material histórico, auténtico e indiscutible.
En diciembre de 1988, Armenia su sufrió un terrible terremoto que enlutó a todo el pueblo armenio. La redacción de “MARZIG” consideró que era imprescindible ocuparse de esa espantosa catástrofe. Los temas eran muchos y el abundante material obligó a la redacción a ampliar los espacios preestablecidos para el periódico y publicó un número especial con 184 páginas dedicadas al terremoto.
1988 fue el año de los reclamos por la independencia de Artsaj. Se manifestaron las señales de disolución de la Unión Soviética. Armenia tomó el rumbo de la independencia y HOMENETMEN el camino de regreso a la Paria.
En 1989 se fundó la Filial Ereván de HOMENETMEN y a partir de allí los brotes de HOMENETMEN se extendieron en diversas regiones de Armenia, dándole ímpetu y expansión a los trabajos institucionales.
Luego de 15 años de sangrienta lucha, finalizó la guerra en el Líbano y recién allí, todos tomamos conciencia del tiempo perdido, de las enormes pérdidas humanas y materiales.
HOMENETMEN también sufrió pérdidas humanas y materiales, sin embargo mantuvo su ímpetu y su aspiración.
En 1991, el Quinto Congreso General de Delegados de HOMENETMEN analizó extensamente todos los aspectos referidos a la edición y publicación del periódico, y resolvió continuar con su publicación, porque era una necesidad y una exigencia.
La Comisión Central elegida por el Congreso General de Delegados designó una nueva Comisión de Redacción, integrada por Varuyán Mouradian y Zavén Torikian. La responsabilidad de los editoriales fue delegada a Harutiún Kazandjian. El periódico atravesaba una etapa de gran entusiasmo y su contenido fue más contemporáneo.
Ante el asombro de la permanencia del periódico, aparecieron nuevas dificultades. En 1994 fallece Varuyán Mouradian y Zavén Torikian asume, por un tiempo, la redacción del periódico. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, las dificultades económicas obstaculizaron la regular edición y publicación del periódico.
Durante los primeros seis meses del año 1995 no se publicó “MARZIG”. La redacción y administración del periódico estaban en estado de disolución.
El Sexto Congreso General de Delegados de HOMENETMEN, celebrado en 1995, resolvió la continuidad de la publicación de “MARZIG” y tomó los pasos necesarios en ese sentido. Se designó un nuevo editor y órgano de administración
Con la designación de Vikén Avakian al frente de la redacción, en 1995, se inició una etapa de estabilidad. La redacción convocó a un grupo de colaboradores que le dieron nuevos aires y nueva fisonomía al periódico: KhatchiK Mouradian, L. Giuloian-Srabian, Bety Panosian, Kevork Toroian, Shoghig Kevorkian, Seta Beslian, Dirán Aghazarian, Salpi Ladoian y Alín Zeitunlian, quienes hicieron importantes aportes que enriquecieron el periódico en diversos aspectos.
Mientras tanto, en orden generacional, partieron sin regreso fieles colaboradores del periódico: Barkev Shirinian, Hovhannés Der Haroutunian, el fotógrafo Vazkén Der Ghougasian, los doctores Misak Arzoumanian y Harutiún Kazandjian, Bedrós Shemmezian, Garó Tutundjian, Mihran Shimshirian, Garbis Kuyumdjian, Hovhannés Mardoian y otros.
Pero muchos otros permanecen leales en la barricada: Samuel Meguerditchian, Puzant Torikian, Yirair Sarkissian, Dirán Shahinian, Raffi Silahian, Vahe Tanashian, Serop Sahakian, Maro Keshishian, Seván Nazarian, Lori Barazian y otros.
Quedan también una decena de corresponsales, que desde Ereván y diferentes capitales de Europa y de los Países Árabes envían periódicamente sus informaciones, entrevistas y artículos. Sin olvidar a los “soldados desconocidos” que desde hace varios años traducen regularmente los editoriales del periódico al inglés y al castellano. Son ellos Grigoris Bougarian de Beirut y Abraham Aharonian de Buenos Aires.
A partir de 1995 se celebraron cinco Congresos Generales de Delegados, los que cada cuatro años evaluaron el trabajo realizado y asumieron nuevos sacrificios para garantizar la continuidad del periódico. Mientras tanto, “MARZIG” se desarrolló progresivamente y cruzando los mares mantuvo el vínculo entre las filiales dispersas por el mundo y la Oficina Central. Las sucesivas Comisiones Administradoras, trabajando a la par de la redacción, contribuyeron a la modernización y difusión del periódico. Se ocuparon de la publicidad, de la búsqueda de benefactores y lograron mantener el periódico en una posición honorable.
Hoy, en los umbrales de los 35 años de su publicación, “MARZIG” vive una etapa de evolución y desarrollo. Las tareas administrativas del periódico están a cargo de una nueva Comisión Administradora integrada por Badrig Gulbenkian, Apo Mosighian, Silva Sagrian, Nazo Habibian, Harout Aldjadjian, Adlin Shammasian y Rita Oghoulian. El periódico se publica trimestralmente. Al mismo tiempo, tiene presencia en la página web de la institución en dos idiomas. Próximamente se habilitará una aplicación para los teléfonos celulares. Saldrán a la luz números especiales en ocasión de celebrarse los Torneos Deportivos Hama Homenetmenagán y los Campamentos Generales Hama Homenetmenagán.
Sin duda, no es posible referirnos a todos los números publicados de “MARZIG”. Un periódico se somete al examen público. Los lectores son los examinadores del periódico.
2016 significa el 35° Aniversario de la publicación de “MARZIG”. Pasaron los años, pero no cambiaron los objetivos del periódico:
Establecer lazos entre las filiales de HOMENETMEN de todo el mundo.
Trasmitirle a las filiales las características ideológicas de HOMENETMEN.
Difundir el espíritu nacional de HOMENETMEN.
Capacitar con vocación nacional.
Construir al individuo Homenetmenagán con idénticos pensamientos y conductas.
Es fácil sintetizar el aporte de “MARZIG” en los pasados 35 años, porque los cuatrocientos números están a disposición de la gente y aún no están en los estantes de las bibliotecas donde se guardan los volúmenes viejos y valiosos.
En ocasión del 35° Aniversario es justo preguntarse, en qué medida el entorno tomó a “MARZIG” bajo su custodia.
Con precisión podemos decir que el periódico no se debilitó y no se debilitará la voluntad de transformar el periódico en una publicación diaria. Sólo falta encontrar individuos que cuiden al periódico como cuidan la luz de sus ojos, apoyar moral y materialmente al periódico para que salga a la luz, para iluminarlo, hacia los caminos triunfales de HOMENETMEN, y que esos triunfos con palabras y fotos perpetúen el órgano oficial de la institución.
MARZIG N° 400
Autor: Vikén Avakian
Traducción: Abraham Aharonian