Tras los pasos de sus abuelos en Inyesu

Hugo Sarkisian: “Fue muy fuerte hacer la ruta del éxodo”

30 de junio de 2016

sarkissianEl médico anestesiólogo, Jefe del Servicio de la División Anestesia del Hospital de Clínicas, Hugo Sarkisian cuenta su experiencia al ir tras los pasos de sus abuelos a un pueblo de Turquía.

 

Su padre nunca quiso acompañarlo. Le pedía que fuera a cualquier lugar excepto a Turquía, pero él necesitaba estar ahí. Pisar el suelo de sus abuelos, desenredar aquellos “relatos detrás de la puerta” que contrastaban, muchas veces, con la historia oficial. Hugo Sarkisian es médico anestesiólogo, Jefe del Servicio de la División Anestesia del Hospital de Clínicas con más de 35 años de carrera en el área.

Creció en el barrio porteño de Flores, en una familia de sastres. Sus abuelos habían escapado del Genocidio y ambos habían llegado a Buenos Aires provenientes de Inyesu, un pueblito de Turquía en las cercanías de Kayserí. “En un evento cultural, hace como quince años, una pareja contaba cómo habían recorrido y conocido los pueblos de sus ancestros y desde ese entonces tuve la inquietud”, relata Sarkisian en un encuentro con Diario Armenia.

IncesuNo frecuenta las instituciones, pero, dice, siempre estar ligado a lo armenio. Asegura que mantiene “costumbres y bandera”, que hace presente en los actos claves de la colectividad y que siempre soñó viajar por Armenia, celebrar un 24 de Abril bien cerca de la comunidad, conocer el pueblo de sus abuelos y visitar cada rincón que lo ligue un poco a su identidad, que lo conecte con su historia. En 2008 visitó Armenia por primera vez, el año pasado tuvo la posibilidad de presenciar la misa del Papa por los 100 años del Genocidio y poco después viajar a Ynyesu. “Muchas veces le ofrecí a mi papá que fuéramos juntos pero nunca quiso y cuando se me dio la posibilidad personal y económica decidimos con mi mujer hacer el viaje. Yo sentía una profunda necesidad de hacerlo”, relata.

Entre callejuelas intricadas el médico encontró su destino con la ayuda de un guía. Ahí mismo mientras trataba de imaginar a sus ancestros en ese pueblo casi abandonado, un policía lo interceptó: “¿Quiénes son ustedes y qué hacen acá?”. “Quiero caminar las calles que caminaron mis abuelos”, respondió orgulloso. “Salieron después del éxodo”, le comentó por lo bajo el policía al guía. La tensión todavía se sentía en el aire cuando Sarkisian abandonó ese pedazo de su historia y tieso en el asiento trasero del auto rentado vio pasar el dolor y la muerte de aquellos años en los que el Genocidio se perpetraba. “Fue muy fuerte salir del pueblo por la ruta del éxodo, recorriendo los campos pelados. Imaginé ese momento y comparé con fotos que había encontrado mi hermana en internet de torturas y ejecuciones en esas tierras”, cuenta conmocionado.

Sarkissian-IncesuAllí, lo sorprendió, también, la cruz de una iglesia armenia que se asomada entre piedras que alguien parecía haber colocado adrede para taparla. Como si no hubieran pasado estos cien años que nos separan de aquella matanza que terminó con la vida de un millón y medio de armenios. Como si algunos rincones de Turquía, muy recónditos, lejos de las grandes urbes, todavía gritaran en armenio. Quizás solo los armenios puedan advertir esos detalles. Sarkisian lo confirma y asume que a cada viaje que hace, por trabajo o por placer, va sediento de encontrar algo que lo ligue a su identidad armenia.

La recorrida continuó por Jerusalén y por Estambul: “En el barrio armenio de Jerusalén terminamos en la casa de una familia que no conocíamos, que nos agasajó con música y café”, recuerda. No faltó el Santo Sepulcro ni el templo armenio íntegro de piedra, ni la Iglesia Natividad de Belén, todos sitios que emocionan. Y el reconocido médico –hizo el prólogo del libro “Anestesia” de Roland Miller traducido a todos los idiomas, es subdirector de la carrera de Médicos Especialistas en Anestesiología de la UBA, secretario en la Asociación Anestesia, Analgesia y Reanimación de Buenos Aires, y el currículum sigue- analiza: “Es interesante ver tantos sitios históricos en los que lo armenio está presente, reconocido y vigente, cuando Armenia es un país sin poder político, ni militar ni económico”.

Su sueño ahora es visitar Karabagh en 2018, año en el que se conmemora el cien aniversario de la independencia armenia y, más adelante, recorrer ciudades y pueblos como Van y Aní. Sin dudas, Hugo Sarkisian está dispuesto a ponerle palabras a esos “relatos detrás de la puerta”, a esos discursos oficiales, y no tanto, de la infancia, que echan luz y conmueven. 

Entrevistó Luciana Aghazarian

 

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