Informe especial: El concurso de diseño de Azerbaiyán sobre la ciudad ocupada de Shushí
Este mes ha sido agitado para Terlan Hacişəmiyev, un diseñador gráfico de Azerbaiyán y organizador de un concurso global de posters bajo la instrucción “Shusha es la ciudad cultural de Azerbaiyán”. Según Hacişəmiyev, el propósito de este proyecto es “dar a conocer el patrimonio cultural, la arquitectura y el símbolo de Shusha al mundo”. Desde junio, alrededor de 150 diseñadores gráficos de 30 países respondieron al llamado para participar de este espacio con la expectativa de que sus obras queden seleccionadas y sean expuestas en la Universidad de Música y Bellas Artes de Ankara el próximo 2 de agosto.
El programa Kreativ Azerbaijan del Ministerio de Cultura de este país patrocina el proyecto, y junto a otros, con el objetivo promover la producción, difusión y exportación de productos y servicios creativos locales.
Casi 20 artistas de diferentes nacionalidades integran el jurado. Ya han seleccionado 108 trabajos de diseño que fueron tras la consigna sugerida. “La ciudad de Shusha, la cuna de la cultura azerbaiyana, está escrita en letras doradas en la historia de Azerbaiyán, distinguida por su estilo arquitectónico nacional, ha cultivado figuras históricas de nuestro arte y es considerada la cuna del mugam”, indica la presentación del concurso.
Algunas referencias geográficas, históricas y culturales de la región fueron brindadas a los participantes con la intención de acercarlos al tema. Una de ellas fue la flor Ophrys caucásica, representada en las imágenes de promoción de este concurso, a la que Azerbaiyán considera “la flor nacional de Karabakh”. Otra, fue la llanura de Jidir (Jdrduz), donde según la voz azerí, "los jóvenes de Shusha realizaban carreras de caballos".
Diseñadores gráficos de todo el mundo respondieron positivamente a la invitación de Terlan Hacişəmiyev y afilaron sus lápices para obtener los mejores resultados visuales. Combinaciones cromáticas, de figuras y símbolos, mezquitas, banderas de Azerbaiyán y elementos de la música azerí fueron plasmados en lienzos digitales.
Algunos participantes de esta competencia representan a países latinoamericanos. Diario ARMENIA los entrevistó para escuchar las voces de los creadores de obras de diseño muy logradas en lo estético.
Desde Cuba, una joven diseñadora de 23 años mencionó que esta convocatoria se diseminó rápidamente entre sus colegas. “Tenía un conocimiento general sobre Azerbaiyán, pero no de la ciudad de Shusha específicamente. Fue todo un descubrimiento, realmente es un centro importante de la cultura del país”, manifestó la joven y admitió que tuvo que investigar sobre los símbolos, la arquitectura y la música de la región. Su trabajo se inclinó hacia la representación de las torres de una mezquita y la forma de sus puertas. “Quería que el poster fuera una invitación a adentrarse a la ciudad, a sus construcciones y símbolos”.
Desde el pequeño municipio de Huejotzingo en México, un diseñador con 10 años de experiencia, inició una investigación sobre el tema para llegar a una solución gráfica. Como conclusión exclamó: “¡Es un lugar maravilloso!”, y allí encontró su inspiración.
Un poco más al norte del territorio mexicano, en la ciudad de Durango, un diseñador que es profesor universitario y apasionado del cine también recibió la invitación para participar. Según su opinión, estos concursos que giran en torno a temas locales “permiten acercarte y conocer culturas muy diversas y tal vez, lejanas a nuestra propia forma de vida, de tal manera que no solo implica un acto de creación, sino también un acto de aprendizaje y comprensión”. Afirmó que ha intentado reflexionar sobre lo significativo de la cultura azerí; escuchó su música, leyó su historia y recurrió a su arte, gastronomía y arquitectura. “En el caso particular del poster para Shusha, me atrapó la música y la importancia cultural e histórica que tiene para la región; en especial me atrapó la forma y el sonido del Tar que me parecen muy cautivadores (…) y para resolver el poster, agregué la flor Khari-bulbul que, hasta donde aprendí, solo crece en esa región”, comentó el artista.
El participante de Bolivia se enteró del concurso a través de redes sociales y no dudó en enviar su obra. “No conocía sobre el tema del concurso, pero suelen haber muchos similares sobre diseño temático de ciudades turísticas”, garantizó. Así, inició una búsqueda visual de monumentos característicos, flora y símbolos para crear elementos de diseño. En su obra predominan las formas arquitectónicas de las mezquitas y se titula “Tesoros culturales de Azerbaiyán”.
En el viejo continente, un ilustrador y diseñador gráfico español también respondió positivamente a la invitación. Está convencido de que estas convocatorias hacen que el mundo sea “un poco más pequeño, comprensible y, sobre todo, más humano”. En este caso, optó por representar arcos de puertas y ventanas de medio punto como pieza que compone la palabra Shusha. “Una gran S es el componente más destacado del cartel, dos entradas o ventanas que vienen de direcciones opuestas y que en su fusión crean la ciudad de Shusha”, explicó. Según el artista, la cultura cobra más importancia en ciudades como ésta, “lugares que por estar situados en medio de dos mundos se enriquecen de un saber que es mezcla de muchos. Pero también, por estar situados en ese mismo punto, sufren más dolor y conflictos. Como humanidad, deberíamos ser conscientes de que es en estos lugares, en estos puntos de unión, donde crecemos”.
Aunque los elementos arquitectónicos de la fe islamista predominaron en gran parte de los diseños, la iglesia armenia Surp Ghazanchetsots apareció en algunas obras. Un diseñador polaco la representó junto a una mezquita. “Shusha es una ciudad con grandes tradiciones. Combina muchas influencias, culturas, religiones”, justificó.
En base a los comentarios de los participantes, fue necesaria la previa investigación sobre el tema, y una vez inspirados, ¡manos a la obra! Este fue el desafío tácito propuesto por Terlan Hacişəmiyev, el ideólogo de este concurso, quien, durante la última guerra de Artsaj, público en sus redes sociales el diseño de una mano con la bandera de Azerbaiyán, deshilachando la armenia (ver foto).
Azerbaiyán nos tiene acostumbrados a sus grandes acciones de lobby; no obstante, cualquiera sea su magnitud de las acciones, la faena azerí responde a los mismos objetivos de imponer la visión anti-armenia. El lobby no deja de ser lobby, aunque la cuestión no siempre implique grupos de presión corriendo tras la administración pública de diferentes países. Pasamos del sponsoreo de equipos de fútbol a concursos de diseño con el mismo fin de instaurar el lado azerí de la realidad.
En un mundo con internet como la fuente principal de información, lo esperado es que los participantes de este concurso hayan ingresado “Shusha, Azerbaiyán” en el buscador. Los resultados arrojados habrían presentado la ciudad como parte integral de Azerbaiyán, habrían mencionado que fue ocupada por unidades militares armenias en 1992 y que en 1989, el 98% de su población habría sido azerbaiyana. ¿Pero si intentamos con “Shushí”? En este caso, la historia habría sido otra; las imágenes principales no habrían sido de mezquitas sino de la catedral armenia y probablemente, imágenes de su deterioro durante la última guerra de Artsaj. Sin embargo, ningún participante hizo comentarios de la guerra de la que solo pasaron 10 meses. Tampoco mencionaron a Armenia ni a Artsaj.
Por lo pronto, a modo de alerta, en situaciones donde la propagada de Azerbaiyán irrumpa en el ambiente, sería acertado promover el cuestionamiento y no rendirse ante un lobby basado en Wikipedia.
Esta vez el arte fue utilizado como artificio para ocultar a miles de refugiados de Shushí que fueron obligados a dejar sus viviendas huyendo de los bombardeos, a cientos de prisioneros de guerra capturados actualmente en Bakú, dentro de los que también hay civiles, y al vandalismo azerí contra los elementos culturales armenios. Efectivamente; elementos culturales armenios. Al menos en un punto la consigna del concurso si tiene algo de cierto: Shushí es una ciudad cultural. Pero de Artsaj.
*La identidad de los participantes del concurso fue protegida en este artículo.
Betty Arslanian
Periodista, corresponsal de Diario ARMENIA en Ereván