Jivan Avetisyan, el director de cine armenio que sorprendió al mundo
El próximo viernes 7 de agosto, como parte de la edición “En Casa” del ciclo de experiencias culturales Noches de Alfombra, se liberará vía streaming para toda Sudamérica la película “Tevanik”. Este film, situado en la guerra de Artsaj, es la ópera prima de Jivan Avetisyan, uno de los directores más relevantes del cine armenio contemporáneo. Su trabajo ha sido reconocido a nivel internacional: además de haberse consagrado con proyecciones y galardones en los principales festivales del mundo, este año fue seleccionado por el prestigioso Festival Internacional de Cine de Berlín para protagonizar un documental sobre su carrera como parte del programa de talentos Berlinale 2020.
Jivan nació en 1981 en Gyumrí, que por esos años era uno de los centros económicos y culturales más relevantes de la región. Tras el terremoto de 1988 que dejó a la ciudad del norte de Armenia en ruinas, Jivan y su familia regresaron a Artsaj, la tierra de sus antepasados. Stepanakert, la capital de la por entonces recientemente independizada República de Artsaj (Nagorno Karabaj), se encontraba bajo el asedio de Azerbaiyán. Del epicentro de una catástrofe natural, Jivan y su familia se trasladaron al de una guerra: el entorno dramático de su infancia se convirtió en un elemento que marcó a fuego su filmografía.
Entre 1999 y 2001 fue parte del Ejército de Artsaj y, al concluir su servicio, se trasladó a Erevan para estudiar cine en el Instituto de Teatro y Cinematografía de esa ciudad. En esa época comenzó a trabajar como agente de seguridad del entonces canal emergente Yerkir Media. Con el tiempo, pasó a ocupar otros puestos, hasta llegar a ser promovido como director de la estación televisiva. En ese cargo se mantuvo por cinco años hasta que, en 2014, fundó “Fish Eye Art”, la productora cultural con la que llevaría adelante más de 20 documentales, cortos y sus tres largometrajes insignia: “Tevanik”, “The Last Inhabitant” y “Gate To Heaven”. Desde muy pequeño soñaba con hacerse camino en el mundo audiovisual, y finalmente lo consiguió. En sus tres films, Jivan buscó contar historias que colocaran a Artsaj en el mapa del cine global, en sus propias palabras: “mostrar la verdadera Artsaj”.
Su primer largometraje, “Tevanik”, ⎼que tendremos la oportunidad de ver el próximo fin de semana, del 7 al 8 de agosto⎼ cuenta la historia de Aram, Astghik y Tevanik, tres pequeños amigos que residen en el mismo pueblo, pero atraviesan el conflicto de la guerra de formas totalmente distintas. El film fue reconocido en más de veinte festivales internacionales y recibió numerosos premios, incluso en la categoría de “Mejor Largometraje”.
Su segunda película, “The Last Inhabitant” (“El Último Habitante”), fue rodada en 2016 y presentada, entre otros, en el Festival de Cannes y en el de Venecia. Destaca la participación de Serj Tankian, vocalista de System of a Down, que no solo compuso la banda de sonido y la grabó junto a La Orquesta Filarmónica de Armenia, sino que además es un gran admirador de la obra de Jivan. La licencia de la película fue incluso adquirida por HBO para proyectarse en algunos países de Europa. “Gate to Heaven” (“puerta al cielo”), su último estreno, también es una historia contada desde su tierra natal. Ahora, Jivan se encuentra trabajando en su próximo proyecto, que espera comenzar a producir en 2021.
Sin dudas, perderse la oportunidad de ver la obra de este director inigualable no es una opción. “Tevanik” estará disponible desde las 21 horas del sábado 7 de agosto, con subtítulos en español, a través de la plataforma Vimeo. Habrá tiempo de disfrutarla hasta las 22hs del día siguiente, ya que entonces la experiencia culminará con una entrevista en vivo con el propio Jivan desde la cuenta de Instagram de la Asociación Cultural Armenia. Quienes tengan preguntas para hacerle, podrán enviarlas a nochesdealfombra@gmail.com para ser consideradas por el equipo de Noches de Alfombra. Es hora de ampliar el universo cinematográfico armenio que llega a la diáspora: en estos tiempos difíciles en los que las fronteras de Armenia se volvieron otra vez una zona de riesgo tras los ataques de Azerbaiyán, la proyección de una película sobre Artsaj cobra otra relevancia y nos recuerda que a veces la ficción es una herramienta clave para poder comprender un poco mejor la realidad.