Jrimian, un proyecto con dinámica propia

Entendemos nuestro proyecto institucional como el puente que entrelaza el pensamiento y la acción. Pensamos la escuela como un espacio de aprendizaje constante, con capacidad para la innovación, desarrollando proyectos en los que todos los actores de la comunidad educativa puedan participar. Siempre intentando que la reflexión acompañe la acción, asumiendo riesgos y nuevos desafíos.

Progresivamente vamos avanzando hacia los objetivos propuestos con pasos firmes y seguros, poniendo conocimiento, amor, convicción, perseverancia, construyendo espacios de pertenencia y participación colectiva.

La capacitación en lengua y cultura armenia para los docentes, el proyecto de alimentación saludable haciendo hincapié en el cambio de hábitos, el de danza armenia para todos, el proyecto de comunicación y convivencia, fueron los más destacados a nivel institucional.

Realizamos un trabajo en equipo en el que el diálogo es la esencia de los intercambios institucionales, con marchas y contramarchas, aceptando las divergencias, muchas veces sin llegar a acuerdos inmediatamente. Sin dudas, escucharse y escuchar al otro, aceptar su opinión, negociar, implica más tiempo y más esfuerzo, sin embargo, ese proceso siempre resulta satisfactorio. Lo que buscamos propiciando espacios de diálogo, es encontrar coherencia en los argumentos para arribar a conclusiones compartidas. Hemos logrado promoviendo el diálogo, un clima de respeto mutuo y confianza que permite la apertura a nuevas ideas.

Formamos un equipo dinámico, que se capacita, que se renueva, que reflexiona sobre sus prácticas, con muchas ganas y con el compromiso de ofrecer cada día una mejor educación. Un equipo que un año más, apostó a la formación de ciudadanos críticos y comprometidos con la sociedad; reflexivos y responsables de sus acciones, respetuosos de sus derechos y el de los otros; embajadores de la Causa Armenia y defensores de las causas que consideren justas. Siempre con memoria activa, construyendo el futuro que soñamos. Un sueño, tal vez, una utopía… y sí, somos soñadores utópicos.

A decir de Galeano, la utopía sirve para caminar y es andando juntos que hacemos camino, y es andando juntos y actuando colectivamente que podemos concretar los mejores proyectos y mejorar la calidad de los proyectos que ofrecemos.

Graciela Ainajyan

Directora de Gestión Educativa