Irán preocupada por las amenazas de Aliev

La advertencia de Teherán a Bakú le da más tiempo a Armenia

05 de marzo de 2018

azerba_iranEreván (lragir.am).- El ministro de Defensa de Irán Amir Hatami, visitó Azerbaidján donde tuvo una reunión con el presidente de dicha nación Ilham Aliev, en la que discutieron las relaciones bilaterales. El político iraní afirmó que Teherán presta una importante atención a sus vínculos con los países vecinos.

Al parecer, desde el país persa tratan de entender porque su vecino del norte trasladó las elecciones presidenciales ya planificadas a abril. Además, vale recordar que el interés es especialmente grande debido a que, inmediatamente después de su reunión con los mediadores del Grupo Minsk, el mandatario azerí blanqueó sus insólitas aspiraciones hacia Ereván.

Irán es sensible a la diplomacia militar de Azerbaidján, de hecho hace unos meses su ministro de defensa advirtió a su par azerbaijano de que Bakú debía abstenerse de provocar una escalada en el conflicto. Como hicieron saber en este encuentro, el deseo de Teherán es que ninguno de sus dos vecinos del norte lleve a cabo acciones que permitan la presencia de una tercera fuerza en la región.

Sin dudas esta es una de las mayores preocupaciones del estado del golfo pérsico, ya que acciones militares a gran escala provocarían que las fuerzas de paz extranjeras, seguramente rusas, se estacionen en Artsaj y por ende en la frontera norte.

En este sentido, la visita del ministro de Defensa es un mensaje de advertencia en caso de que Aliev haya decidido adelantar las elecciones para tener las manos libres de cara a nuevas acciones militares en Karabagh.

A Bakú le resultará difícil no escuchar a su colindante del sur. No hay duda de que no es capaz de vencer en una guerra relámpago, pero sí pueda tal vez tener éxito en una duradera. Sin embargo, esa posibilidad es bastante remota.

Los factores son muchos, incluso lo remarcado por la inteligencia de Estados Unidos, de que en caso de un recrudecimiento del conflicto, Rusia se vería obligada a proteger a Armenia.

Antes de este informe, el jefe del servicio de inteligencia ruso visitó Washington, por lo que es posible decir que la advertencia norteamericana se basa en los datos extraídos de estas reuniones en cuestión.

El punto es que Moscú se ve en esta situación, ya que de lo contrario perderá Armenia, existiendo el precedente de la guerra de cuatro días de abril. En ese momento, Azerbaidján perdió la posibilidad de un apoyo hacia su bando.

Luego de esto, Bakú recibe esta nueva advertencia de Irán, lo que complica aún más la situación para Aliev. El punto es que el problema no sólo radica en no obtener el apoyo necesario, sino que en caso de un conflicto duradero, el descontento público basado en el factor islámico puede crecer repentinamente en Azerbaidján, situación que está bajo influencia de Teherán por obvias razones.

No cabe duda de que Ereván no puede descansar en los laureles de estas advertencias. Por el contrario podemos pensar que el llamado de atención puede proporcionar más tiempo para que Armenia se dedique a la modernización del estado y a un aumento de su eficiencia. La tarea es ser capaces de traer un cambio sustancial a la situación regional lo que crea un consenso silencioso con las advertencias hacia Bakú.

Las potencias ven en el Cáucaso una perspectiva futura diferente, aunque a menudo sus intereses son demasiado distintos. El estancamiento y la destrucción actual les molestan a todos, incluso a aquellos cuyos deseos están enfrentados.

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