La Cámara de Diputados de Chile rechazó un proyecto de lobby de Azerbaidján
La Cámara de Diputados de Chile rechazó un proyecto impulsado por la diplomacia de Azerbaidján para "declarar su repudio total al Genocidio de Khodjalú y expresar su firme condena a la ocupación militar de los territorios de la República de Azerbaidján".
Esto ocurrió luego de que el 18 de mayo, la misma Cámara emitiera una histórica resolución aprobada por unanimidad en la que condenó el "ataque armado de Azerbaidján a la República de Nagorno Karabagh".
El proyecto rechazado buscaba ser una respuesta diplomática al revés político que sufrió el gobierno de Azerbaidján en mayo. La propia resolución pedía dejar sin efecto "cualquier otra manifestación de voluntad en contrario expresada con anterioridad".
El embajador armenio en Argentina y Chile, Alexán Harutyunyan, estuvo presente durante la votación ya que viajó a presentar las cartas credenciales a la presidenta chilena Michelle Bachelet. Harutyunyan envió cartas firmadas por él, por la comunidad armenia de Chile y el arzobispo Kissag Mouradian, primado de la Iglesia Apostólica Armenia en Argentina y Chile, a todos los diputados explicando la posición armenia antes de que la Cámara tomara la decisión.
El proyecto del lobby azerí fue presentado por los diputados Gabriel Silber Romo, Roberto León Ramírez, Iván Flores García y Aldo Cornejo González del Partido Demócrata Cristiano, Javier Hernández Hernández, Romilio Gutiérrez Pino y Osvaldo Urrutia Soto de la Unión Demócrata Independiente, Marcos Espinosa Monardes del Partido Radical Social Demócrata, Lautaro Carmona Soto del Partido Comunista y Daniel Farcas Guendelman del Partido Por la Democracia. Muchos de los que presentaron el proyecto votaron en contra luego de recibir la carta de la comunidad armenia de su país.
Desde hace algunos años, las autoridades de Azerbaidján impulsan reconocimientos en parlamentos de distintos países a lo que ellos denominan el genocidio de Jodyalí o Khojaly, emulando de alguna forma la búsqueda de reconocimiento del Genocidio Armenio. La campaña financiada por el gobierno de Ilham Aliev acusa al ejército armenio de cometer una masacre contra civiles azeríes durante la guerra en Nagorno Karabagh en febrero de 1992.
En contraste, la organización Human Rights Watch argumenta que el propio ejército azerí usó de escudo a la población civil y ambas partes comparten responsabilidad en la tragedia. Además, en Armenia acusan al gobierno de Aliev de falsificar pruebas y fotografías sobre el hecho.