La FRA rechazó la visita a Sudamérica de Zareh Sinanyan, Alto Comisionado de la Diáspora de Armenia: “El límite es el negacionismo”

30 de octubre de 2024

La Federación Revolucionaria Armenia (FRA - Tashnagtsutiún) de Sudamérica emitió un comunicado de cara a la visita del Comisionado para Asuntos de la Diáspora del Gobierno de Armenia, Zareh Sinanyan, a la región. A continuación, el texto completo:

Hemos recibido de parte de las embajadas de la República de Armenia en Argentina, Brasil y Uruguay la invitación a participar de encuentros con el Comisionado para Asuntos de la Diáspora del Gobierno de Armenia, Zareh Sinanyan, durante los primeros diez días del mes de noviembre en su recorrido por la región sudamericana.

Ante esta visita, nos interesa poner en conocimiento de nuestras colectividades una serie de hechos que involucran a este polémico personaje y que reflejan los motivos que esconden las convocatorias realizadas.

Sinanyan ha puesto su cargo al servicio del inadmisible discurso oficial de Turquía que pone en duda la existencia del Genocidio Armenio. El pasado 15 de abril, expresó públicamente su apoyo a la propuesta del diputado oficialista Andranik Kocharian de realizar una lista de “los nombres de todos los armenios sometidos a genocidio y verificar dónde, cómo y bajo qué condiciones fueron asesinados” nuestros antepasados, víctimas del Estado turco, de cuya política de olvido es tributaria esta declaración.

La propuesta se inscribe dentro de una de las más frecuentes estrategias del negacionismo turco, que es la racionalización y relativización, la cual busca minimizar y discutir la cantidad de víctimas, cuando en realidad la existencia de un plan sistemático de exterminio de la población armenia por parte del Imperio Otomano (primero) y la República de Turquía (después), es una realidad histórica incontrastable.

La propuesta, que ignora completamente las condiciones en las que nuestros mártires fueron asesinados, es un agravio a la memoria colectiva de nuestro pueblo y un insulto a la inteligencia de los académicos que documentaron durante décadas el genocidio de 1915-1923.

Por si esto fuera poco, Sinanyan despreció el proceso internacional de reconocimiento del Genocidio Armenio, al considerar que esta lucha “no nos ha dado nada”, ya que estamos nuevamente frente a la amenaza de un genocidio. Así, desmereció el más de medio siglo de lucha de la Diáspora, que inició en 1965 en Uruguay, con la aprobación de la Ley n° 13.326, al que le siguieron otras leyes nacionales de importancia a nivel sudamericano, como la de Argentina en 2007 (Ley n° 26.199). Sin mencionar otros reconocimientos relevantes, como los parlamentarios en Venezuela, Chile, Bolivia, Brasil, Paraguay y Parlamento del MERCOSUR.

Esta declaración intenta desplazar la responsabilidad por los horrores del presente nada menos que a las generaciones de armenios que, en sus países, lucharon durante décadas para que la verdad histórica fuera reconocida. A la vez, termina por exculpar a quienes realmente han generado las condiciones para que haya un nuevo genocidio: los regímenes autocráticos de Turquía y Azerbaiyán.

En línea con las acciones y declaraciones de Erdogan y Aliyev, Sinanyan se ha dedicado a atacar sistemáticamente a las instituciones de la Diáspora armenia, que durante un siglo sostuvieron nuestra identidad en el exilio, continuaron enriqueciendo nuestra milenaria cultura y lucharon por los derechos inalienables de nuestro pueblo.

Su concepción de la Diáspora como un conglomerado de individuos sin organización ni iniciativa y su desprecio por las instituciones, llevó a los líderes de la Iglesia Apostólica Armenia, S.S. Karekin II Katholikos de todos los armenios y S.S. Aram I Katholikos de la Gran Casa de Cilicia a rechazar la participación en los foros convocados por Sinanyan, en el marco de los cuales se ha intentado ocultar lo evidente: no hay futuro para la diáspora sin sus organizaciones.

Es imposible finalizar sin mencionar que Zareh Sinanyan ha utilizado sus redes sociales para difundir comentarios racistas contra latinos, musulmanes y georgianos, así como también insultos homofóbicos y obscenidades, amparado en un perfil anónimo que posteriormente asoció a su nombre y apellido.

En atención a todo lo anterior, no asistiremos a las convocatorias que Zareh Sinanyan dirigirá a las comunidades en Brasil, Uruguay y Argentina. No tenemos ningún interés en legitimar a un funcionario del gobierno de Armenia que pone en duda el genocidio de su propio pueblo. No precisamos una foto de quienes atacan a nuestras instituciones y luego nos convocan para validar lo actuado. No le daremos la bienvenida al Uruguay, primer país en reconocer el Genocidio Armenio, ni tampoco a la Argentina, cuyos tres poderes también lo hicieron.

En suma, no hay lugar en estas latitudes para las bajezas del Alto Comisionado de los Asuntos de la Diáspora Armenia.

Frente a la invitación de quien asegura que el logro colectivo de los sudamericanos “no nos dio nada”, opondremos nuestro trabajo, continuando con la lucha contra el negacionismo del Genocidio; la difusión y promoción del desarrollo de nuestra cultura; la ayuda directa a nuestros compatriotas de Armenia y Artsaj; y las acciones de fortalecimiento de la República de Armenia.

No perderemos el tiempo, seguiremos construyendo desde las instituciones comunitarias, para que sean el ámbito donde una nueva generación se forme en la identidad nacional, adquiera conciencia de sus derechos y se integre a la lucha por las reivindicaciones históricas.

En suma, estaremos trabajando sin descanso para que nunca más suframos la vergüenza de tener un funcionario como Zareh Sinanyan.

Comité Central de la FRA-Tashnagtsutiún de Sudamérica

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