La misión de voluntarios argentinos de Cascos Blancos, el drama de los desplazados y la encrucijada de Armenia
Los voluntarios de Cascos Blancos que viajaron desde la Argentina con las 11 toneladas de ayuda indicaron a la redacción de Diario ARMENIA que hasta ahora estuvieron presentes en varios centros de entrega de las distintas localidades de la geografía armenia y fueron testigos de los innumerables desplazados que se están tratando de establecer y rehacer su vida.
El primer día la delegación se trasladó al pueblo de Masis para ayudar a la distribución de la ayuda donada por la Unión Europea para 500 personas, unas 100 familias, alojadas en casas de parientes.
La ayuda humanitaria que recolectó la colectividad armenia de Argentina y que fueron trasladadas gracias a la bonhomía y solidaridad de Enrique Piñeyro que puso a disposición su aeronave, y, por supuesto, a la Comisión de Cascos Blancos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio y Culto de la Argentina, fueron entregadas a las autoridades armenias y están realizando un inventario para poder ser entregada próximamente. Según indicaron desde la Cancillería argentina, es la carga más importante trasladada por Cascos Blancos en los últimos tiempos y el segundo avión humanitario en la historia enviado a Ereván luego del cargamento remitido tras el terremoto en Armenia de 1988.
Graciela Kevorkian, voluntaria de Cascos Blancos, nos relata sobre el agradecimiento por la solidaridad de quienes intentan mermar el dramático presente que les toca vivir a los pobladores de Artsaj de todas las edades con los que se cruza. “Rostros serios, miradas sombrías alteradas cada tanto por lágrimas de impotencia e incertidumbre”, describe.
“Cada familia viene con un problema distinto”, explicó en esta nota Eduardo Costanian, voluntario acompañante de la misión. “Hay que entender la problemática de todas estas familias que a la vez necesitan una ayuda médica, social, psicológica. Lo material es un agregado para que puedan pasar el invierno", agregó. "Hay que seguir trabajando y apostando a seguir colaborando como sea. Ellos nos esperan, nos necesitan y nosotros nos debemos a ellos que la están pasando mal y están sufriendo".
La misión de Cascos Blancos está integrada, además, por Alberto Salvatierra, Diego Larerre, Alexis Adjemian, Gagik Ananyan y Mauro Vivas que comanda al grupo. Araz Hadjian documenta con fotografías.
Desplazados pero no refugiados
Entre los desplazados de Artsaj ocurre algo paradójico. Si bien todos los artsají tienen pasaporte armenio, para poder ser considerados refugiados deberían renunciar a la nacionalidad armenia que acredita dicho documento porque nadie puede ser refugiado en su país. Este es un caso único en el mundo.
El Certificado de Protección Temporal entregado por el gobierno de Armenia para los ciudadanos de Artsaj no les otorga el status de refugiados tal como lo define el derecho internacional. La categoría de refugiado es un status político e implica tener derechos políticos y acceder a los programas internacionales de ayuda de ACNUR.
Por otro lado, tener nacionalidad armenia pero no ser ciudadano armenio tampoco les permite conseguir trabajos dentro de la estructura estatal, ya sea como administrativos, educación, fuerzas armadas o de seguridad, etc. En algunos casos tampoco en el sector privado. Un problema que se suma al drama social que les generó el desplazamiento y, de alguna forma, promueve la emigración.
La encrucijada de Armenia
El primer ministro Nikol Pashinyan concedió una entrevista a The Wall Street Journal en la que se refirió a los desplazados de Artsaj, a la relación con Azerbaiyán y Turquía y, en especial, a las relaciones con Rusia. En esta última cuestión, dejó entrever que Armenia está en la búsqueda de nuevos socios porque considera que Moscú no cumplió con sus obligaciones y compromisos como aliado, en especial durante el último mes. Pashinyan también cuestionó la base militar rusa ubicada en Gyumri (hasta 2044) y dijo que “no le ve ninguna ventaja”.
El Kremlin salió rápidamente a decir que esperaba aclaraciones de Ereván y a exigir que “los problemas de la relación entre ambos países se solucionen a través de contactos bilaterales y no a través de la prensa”. Según dijo la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajárova, “si las fuerzas de paz rusas no hubieran estado los acontecimientos posteriores a la guerra de 2020 hubiesen sido más trágicos para Ereván, especialmente después de que el gobierno armenio reconociera públicamente a Nagorno Karabaj como parte de Azerbaiyán”.
“Armenia fue un aliado confiable, pero de alguna forma perdió credibilidad cuando llegó Pashinyan y estableció un gobierno antiruso”, dijo días antes de la entrevista del WSJ Mourat Papazian, copresidente del Consejo de Coordinación de Organizaciones Armenias de Francia (CCAF) y miembro del Buró de la FRA-Tashnagtsutiún.
“Cuando tenemos un acuerdo estratégico con Rusia y cuando conocemos la posición geopolítica de Armenia, sabiendo que Azerbaiyán se estuvo armando seriamente durante decenas de años, no podemos tratar a un aliado estratégico como Rusia de la forma en que lo está haciendo Pashinyan. No importa si nos gusta o no Rusia, no importa si estamos de acuerdo o en desacuerdo con la línea de Rusia. Armenia está en una situación geopolítica difícil y la prioridad debe ser garantizar la seguridad del pueblo”, siguió Papazian quien tiene la entrada prohibida a Armenia por decisión del Primer Ministro armenio.
Papazian aclaró que creció en la atmósfera de occidente por vivir en Francia y que no puede ser considerado proruso, sin embargo “hay que ser pragmático, juzgar y evaluar la situación con seriedad”. “¿Europa enviará tropas a Armenia si ataca Azerbaiyán?”, se preguntó. “El equilibrio de las armas está gravemente perturbado y, si Azerbaiyán ataca, Armenia debe tener un aliado en el terreno”, culminó.
En un sugestivo mensaje, el canciller ruso Sergei Lavrov afirmó que no está en contra de los contactos entre Ereván y Bakú con la UE. “Que prueben suerte en Bruselas”, dijo, “pero todo el mundo sabe que sólo Rusia tiene todo lo necesario para delimitar las fronteras”.
Si Nikol Pashinyan firma un documento con Azerbaiyán bajo el patrocinio de Bruselas significará que Armenia está cambiando definitivamente su línea política pero bien sabe que no tendrá garantías en términos de seguridad, indicó un analista en el portal yerkir.am. “Ninguno de los modelos de paz son buenos para Armenia. Ambos contienen peligros y son humillantes. Una es la muerte súbita y la otra es la muerte lenta”, se escribió.
Apoyos, armas y vecindades
El ministro de Defensa de Francia tuvo un encuentro con su par armenio y acordaron la compra de armas que “permitirá a Armenia proteger a sus civiles y asegurar sus fronteras”, según se anunció. Francia suministrará sistemas de defensa aérea y tres radares, algo crucial para contrarrestar los drones como los utilizados por Azerbaiyán en la guerra de 2020 contra Artsaj. Además, los galos se comprometieron a entrenar a las fuerzas de defensa de tierra y modernizar militarmente a Armenia.
Aliyev salió inmediatamente a criticar y denunciar el apoyo de Francia y dijo que podría desencadenar un nuevo conflicto, como si la alianza militar de Turquía y el soporte de Israel fuera algo distinto. Dicho acuerdo fue usado por Bakú como excusa para no participar de una nueva cumbre entre ambos países en Bruselas, como estaba previsto.
“Armenia sigue comprometida con la agenda de paz”, afirmó el Ministro de Asuntos Exteriores, Ararat Mirzoyan luego del plantón. “Espero que el problema de la cancelación haya sido la fecha y que podamos acordar una nueva reunión”, agregó sobre Aliyev quien se negó otra vez a asistir a las reuniones previstas con Pashinyan en la plataforma occidental.
El anuncio de la compra de pertrechos a Francia coincidió con los ejercicios militares conjuntos de Azerbaiyán y Turquía muy cerca de la frontera con Armenia: en Najicheván y en los territorios ocupados de Artsaj, algo que para muchos analistas es para presionar aún más a Ereván. Según información castrense, entre otras operaciones, se elaboró un escenario de destrucción de los sistemas de misiles Iskender y Tochka-U que, además de Rusia, el único país de la región que cuenta con esos sistemas de defensa es Armenia.
El día 23, se realizó un encuentro en Teherán de los ministros de relaciones exteriores de Rusia, Turquía, Irán, Azerbaiyán y Armenia para las conversaciones del formato que se conoce como 3+3, aunque esta primera reunión fue 3+2 porque Georgia no fue de la partida ya que se abstuvo de participar argumentando que no puede haber formato posible con Rusia hasta que no retire las tropas de Abjasia y Osetia del Sur.
Los cancilleres se reunieron para crear un formato regional con puntos básicos entre los cuales se habla de respetar la soberanía y la integridad territorial de los países que la conforman. Otro punto a acordar es el de facilitar las comunicaciones y el comercio regional. El ministro Ararat Mirzoyan expresó que “no será posible implementar los planes a futuro si no todos respetan las líneas rojas de la coexistencia regional definidas por el derecho internacional”, lo que habla de la desconfianza que le genera esta nueva situación.
Hay una fotografía muy ilustrativa de los participantes de la cumbre que muestra al canciller armenio marginado mientras que sus pares están en otro plano dialogando entre sí. El politólogo Gagik Hambaryan opinó que la imagen “refleja el actual estado de Armenia y la terrible realidad de los armenios”.
La reunión del formato 3+3 se realizó prácticamente al mes de la ofensiva militar de Azerbaiyán sobre Artsaj que produjo el desplazamiento masivo de su población. La canciller canadiense Mélanie Joly, que inauguró la embajada de su país en Ereván y que desarrolló una importante agenda en Armenia, dijo que “las posibles sanciones contra Azerbaiyán están sobre la mesa” y agregó: “Esperamos que se respete la integridad territorial de Armenia”. Todas las declaraciones muestran la tensión que se vive a estas horas.
Irán volvió a apoyar la integridad territorial de Armenia y reiteró que su país está en contra de todo tipo de injerencia extranjera y que siguen firmes con la postura de oponerse al establecimiento del “Corredor Zangezur”. “Armenia es muy importante para Irán. Puede desempeñar un papel clave en el marco del corredor Norte-Sur que facilitará el acceso al Mar Negro para Irán y Armenia”, dijo el Ministro de Obras Viales y Desarrollo Urbano persa.
En relación a las sanciones económicas que se esperan se impongan a Azerbaiyán, un informe del ex ombudsman de Armenia, Arman Tatoyan, indica que hay una recopilación de pruebas que muestra con precisión las direcciones de los avances y ataques armados de Azerbaiyán hacia Artsaj entre el 19 y 20 de septiembre de 2023, que evidencia cómo las comunidades de la república ahora vaciada fueron aisladas mediante un mecanismo bien planificado para crear caos y pánico entre su población.
Además del aislamiento de Martakert, Askeran, Martuní y Stepanakert, esa metodología se siguió para ocultar las huellas de los crímenes ya que las fuerzas armadas de Azerbaiyán atacaron viviendas, guarderías, escuelas e infraestructuras vitales como el sistema de suministro de agua de Stepanakert y las regiones aledañas”.
Para finalizar este resumen semanal recomiendo la lectura de esta nota de Betty Arslanian para la agencia EFE que relata el sueño de Nana interrumpido por dos guerras.
Pablo Kendikian
Director de Diario ARMENIA