La población armenia de Berdzor abandonó completamente sus hogares un día antes de la entrega de los territorios a Azerbaiyán
El 24 de agosto se completó el abandono de toda la población de origen armenio de las regiones de Berdzor (Lachin), Artsaj (Nagorno Karabaj), como así también de la aldea de Aghavno, un día antes del 25 de agosto, la fecha límite que impusieron las autoridades de Azerbaiyán para que se entreguen esos territorios.
“Mis hijos, mi esposo y yo dormimos solos en el pueblo durante una semana”, declaró Aida Asatryan, residente de Aghavno, al medio Azatutyun. “No vi a nadie más. Fuimos los últimos en salir sin equipaje, no había nadie más”. La familia no pudo encontrar otra casa para mudarse y también tenían ganado. El lunes recibieron instrucciones de abandonar la aldea por la mañana y se les advirtió que ya había francotiradores azerbaiyanos en el área. “Vinieron a retirar nuestras pertenencias, no pensaron que quedara nadie en el pueblo”, agregó la residente.
Mientras tanto, a otros residentes que habían dejado sus hogares pero querían regresar por última vez se les prohibió ingresar a la aldea, no por las fuerzas de paz rusas o las fuerzas de Azerbaiyán, sino por los funcionarios de seguridad en Artsaj. Meline Baghdagulyan relató a Azatutyun que quería regresar con su esposo e hijos durante media hora para despedirse del lugar de nacimiento de sus cuatro hijos. Dejaron el pueblo hace días y fueron a Goris, provincia de Syunik, Armenia. “Las fuerzas de paz rusas nos dieron el visto bueno e incluso se lo dijeron dos veces a sus mandos”, dijo Baghdagulyan, y agregó que se les preguntó cuánto tiempo tenían la intención de quedarse. Cuando intentaron ingresar al pueblo, les dijeron que no se permitía la entrada a nadie; la orden provino de Stepanakert.
"La práctica del desalojo forzoso constituye una grave violación de derechos humanos, estipula la oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. En dos días las zonas de Berdzor y Aghavno de Artsaj serán entregadas a Azerbaiyán. ¿Qué podría ocurrir si la población armenia permanence allí? Un nuevo genocidio", planteó la periodista Betty Arslanian. La corresponsal de Diario Armenia y Audición Gomidas pudo visitar la región días antes de que fuera finalmente entregada.
El Ministerio del Interior de Artsaj informó que se pidió a la policía garantizar el orden y prohibir a las personas ingresar a Aghavno para evitar que los residentes quemen sus casas. “Nosotros y otros organismos estatales también llamamos a los residentes a no quemar sus casas, a no demolerlas, a no saquear infraestructuras”, declaró el ministro de Administración Territorial de Artsaj Hayk Khanumyan en una publicación en las redes sociales. El 5 de agosto, Khanumyan había amenazado a la población que si quemaban sus casas, no se les brindaría apoyo financiero estatal para relocalizarse.
En las últimas semanas se conocieron al menos tres casos de personas de Artsaj que quemaron sus propios hogares antes de ser desplazadas.
"Me niego a permitir que las mismas personas que mataron a mis hermanos y amigos vivan en mi casa", fue el mensaje del primer residente de Aghavno que quemó su casa.
El segundo fue Armen Hayrapetyan, hermano de Mher Hayrapetyan, un héroe de la guerra de Artsaj del 2020.
Por último, un anciano de 86 años quien afirmó: "Ya es hora de la muerte. No dejaré que los turcos continúen hasta el final. Esta tierra es armenia".