“La victoria de mayo está grabada a fuego en nuestra memoria”
La gran familia tashnagtsagán festejó el domingo 9 de junio un nuevo aniversario de la creación de la República Armenia de 1918 en el colegio Jrimian cuyas instalaciones estaban especialmente vestidas para la ocasión.
“Aquí nos encontramos quienes creemos en un modelo de armenidad, quienes se definen amantes de la libertad, de justicia social, de la soberanía política y económica, del reclamo justo de nuestra causa, de la reparación”, dijo el Lic. Agustín Analian en nombre del Gomidé Aram Manukian de la FRA-Tashnagtsutiún, los organizadores de lo que denominaron Fiesta Heghapojagan.
“Aquí está HOM con la acción solidaria y cultural, Homenetmen con la formación del scoutismo y el deporte, Hamazkaín con lo educativo y cultural, Unión Juventud Armenia y el Badanegan Miutiún con su militancia y preparación, el Hai Tadí Hantsnajump con su lucha política, el Diario ARMENIA, la Asociación Cultural Armenia y el Colegio Armenio Jrimian, con la dedicación y el amor por la docencia. Todas organizaciones pensadas, diseñadas, con fines muy precisos. Casi el mapeo de un Estado nación; esa estructura que construyó las pequeñas réplicas del 28 de Mayo en la diáspora. Todas ellas identificadas con Aram Manukian, Tro, Antranig, Vratzián, Devedjian”, siguió Analian en un encendido discurso.
Más adelante, y en un claro mensaje a la militancia presente, el orador agregó que “si hay algo que no podemos negarle al Tashnagtsutiún es la pasión, el amor por el trabajo y la entrega desmedida por la reivindicación de los derechos del pueblo. El Tashnagtsutiún pensó todo lo que construyó. Entendió que fortalecer la diáspora alimentando el espíritu nacional, contribuiría en un futuro al desarrollo de la patria. La FRA-Tashnagtsutiún fue protagonista en el 28 de Mayo, en la construcción de las comunidades en el exilio, en el surgimiento de las generaciones diaspóricas que transformaron su duelo en reclamo, en la lucha de liberación nacional de Artsaj, y en la reforma del sistema de gobierno asegurando el regreso del parlamentarismo. Mayo es la Revolución de 1810, Sardarabad y Shushí. Las victorias de mayo están grabadas a fuego en nuestra memoria”.
Por su parte el Archimandrita Aren Shahinian de la Iglesia Apostólica Armenia, quien saludó a los presentes y los bendijo, se refirió al concepto y al significado del 28 de Mayo y la posibilidad de poder formar a hijos y jóvenes con el mismo espíritu para construir el futuro de las generaciones venideras: “Tenemos la necesidad de reivindicar las ideas de nuestros héroes quienes con el precio de su sangre lograron construir y asegurar el futuro del pueblo armenio. Entonces, el 28 de Mayo no es solo una fecha para recordar sino que debemos darle sentido a esa fecha con la idea de poder rescatar el espíritu de aquellos héroes para nuestra juventud”. También hizo una alegoría a la libertad con el ejemplo de una golondrina y su poder de habitar el lugar que elija para asentar su nido “y estamos obligados a pasarlo a las nuevas generaciones”, recalcó.
El festejo tuvo la particularidad de estar compuesta de familias enteras: todos herederos de la epopeya. Niños corriendo y jugando en el gran patio del colegio mientras los jóvenes y adultos celebraban la revolución de 1918. Los abrazos y los brindis se sucedían mientras se escuchaba entre los presentes que fue “un acto que emocionó” y que “sin dudas la mística del Tashnagtsutiún sigue vigente”.
Edgardo Kevorkian expresó: “Soy una persona mayor, y uno va perdiendo las esperanzas a medida que crece, pero en un acto con las características del que vivimos hoy en Jrimian esas esperanzas vuelven. Cuando se escucha al compañero Agustín o al Hair Surp en sus palabras, te transfieren esas ganas de crear nuevos objetivos, de seguir en la lucha. Uno se emociona cuando se escuchan esas canciones revolucionarias y todos las cantan. Te transportás a esas reuniones cuando ni siquiera existía la Armenia libre… Eran reuniones obligatorias con fiestas a futuro. Eso siento yo hoy”. Las canciones patrióticas estuvieron a cargo del dúo Valeria Cherekian y Alberto Aksarlian.
“Con respecto a las palabras del compañero Agustín -continúa Kevorkian-, no se trató de enumerar nombres como Antranik o Sardarabad, sino que fue una vuelta de tuerca al compromiso. No se trata simplemente de recordar, hay mucho por hacer”.
Como todo festejo de nuestra comunidad este evento también fue acompañado por los típicos platos armenios. La comida estuvo a cargo de los padres organizadores de la Cocina del Jri (por el Colegio Armenio Jrimian), que destinan los fondos recaudados para el futuro viaje de estudios a Armenia para los alumnos de la escuela.