Las iglesias armenias de todo el mundo pidieron por la liberación de los prisioneros de guerra y civiles armenios encarcelados ilegalmente en Azerbaiyán

Los representantes de todas las iglesias armenias hicieron un llamado urgente a los cristianos de todo el mundo para exigir la liberación inmediata e incondicional de los prisioneros de guerra y civiles armenios detenidos en Azerbaiyán el 10 de marzo. En una carta firmada por cien miembros del clero, se instó a la comunidad internacional a condenar las detenciones y tomar medidas concretas para garantizar la liberación de los afectados. Entre los firmantes de la carta se encuentran Monseñor Aren Shaheenian, Primado de la Iglesia Apostólica Armenia de Argentina y Chile, y Monseñor Nareg Berberian, Primado de la Diócesis Armenia de Brasil.
"Nosotros, los representantes unidos de todas las Iglesias armenias en todo el mundo, nos unimos en la súplica más urgente y sentida por la liberación inmediata e incondicional de todos los prisioneros de guerra y civiles armenios detenidos actualmente en Azerbaiyán", expresa la misiva. Según el documento, la situación de los prisioneros constituye una violación de los principios de dignidad humana y compasión cristiana.
En el texto, los líderes religiosos denunciaron el "trato inhumano" de los prisioneros y enfatizaron la urgencia de la situación, citando el caso específico de Ruben Vardanyan, ex Ministro de Estado de la República de Artsaj (Nagorno Karabaj), cuya salud se encuentra en estado crítico debido a una huelga de hambre en protesta por los procedimientos judiciales en su contra. "Cada día es más crítico y hay que rendir cuentas", afirmaron.
El llamamiento también destacó la necesidad de construir una paz basada en la justicia y la reconciliación, subrayando que la liberación de los prisioneros no solo es una cuestión humanitaria, sino un "imperativo moral". "Todos los pueblos de la región, ya sean armenios, azerbaiyanos o de cualquier otro tipo, merecen la paz", sostiene el mensaje.
Los representantes de las iglesias instaron a los gobiernos y organizaciones internacionales a condenar el "juicio-espectáculo" como un proceso "político e ilegítimo" y a presionar por la liberación de los detenidos. "Apoyen la justicia. Apoyen la paz", concluyeron los líderes religiosos.