Letonia reconoció el Genocidio Armenio
Letonia reconoció y condenó oficialmente el Genocidio Armenio el 6 de mayo, según informó el embajador de Armenia en Letonia, Lituania y Estonia, Tigran Mkrtchyan.
“Letonia finalmente ha reconocido y condenado oficialmente el Genocidio Armenio. 58 de un total de 100 miembros de la Saeima (el Parlamento de Letonia) votaron a favor de la resolución. Lo que era difícil de imaginar años atrás hoy se ha convertido en una realidad. Este es el resultado del arduo trabajo de los últimos años, donde los intensos contactos políticos, la diplomacia parlamentaria, la diplomacia cultural han jugado un papel clave”, declaró el Embajador.
“Agradezco a todas las fuerzas políticas y legisladores del Parlamento de Letonia que han votado a favor de dar una solución a este asunto tan importante para el pueblo armenio en Letonia. Una declaración sobre el Genocidio Armenio cometido en la era del Imperio Otomano”, agregó.
El proyecto destaca la importancia de "conmemorar la memoria de las víctimas del Genocidio Armenio organizado por las autoridades del Imperio Otomano, la masacre masivo y los desplazamientos forzados que comenzaron el 1915 de abril de 24 con los arrestos de los intelectuales y las personas destacadas de la antigua comunidad armenia", mientras que cita a la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de Naciones Unidas.
Además, la legislación aprobada entiende que, "como resultado de las acciones de las autoridades otomanas, una fuerte cantidad de personas armenias fue deportada a otras partes del Imperio, algo que causó muchas víctimas por el hambre, la crueldad y la matanza".
En ese sentido, Letonia "condena los crímenes, sacrificio y desplazamiento violento cometido por las autoridades otomanas contra el pueblo armenio, respeta la memoria de todas las víctimas del Genocidio Armenio y honra a todos los sobrevivientes", mientras que "confirma que las discusiones abiertas y libres sobre temas históricos están inextricablemente vinculadas al desarrollo de una democracia sana y madura". Finalmente, "pide a la comunidad internacional que evalúe estos acontecimientos históricos y mire el futuro que queremos construir sin violencia e intolerancia, un futuro en el que se respeten los derechos humanos y cada persona pueda ser libre y segura".