Los héroes ocultos

05 de octubre de 2016

manos heroesEn cada institución u organización comunitaria, sea ésta colegio, club o compatriótica, hay por lo menos uno de estos héroes ocultos. Y quiénes son estas personas, por lo general silenciosas, muchas veces de labor voluntaria o trabajadores que cobran magros salarios que no se corresponden con el volumen de las responsabilidades que tienen a su cargo.

Todos los conocemos, forman parte del paisaje habitual de nuestras distintas instituciones, hace años que se dedican a cubrir los baches de cada una de ellas. Son los que nunca faltan, los que siempre tienen un poco más de tiempo para ofrecer a su pasión, la armenidad.

Sin ellos, tal vez alguna de las iglesias no abriría los domingos, o los clubes estarían más vacios porque nadie se ocuparía de esos pequeños detalles que se presentan cada día. Sin ellos, nos faltarían docentes de idioma armenio, los eternos olvidados de cada fin de mes. Sin ellos, no habría brazos voluntarios en la Casa de Descanso, en los conjuntos de danzas, coros o cualquiera de los emprendimientos de la comunidad.

Hubo muchos de ellos en el pasado, la mayoría injustamente olvidados, precisamente porque no les gustaba aparentar, mostrarse en la primera fila de cada acto o evento. Ellos estaban detrás, donde realmente se transpira, donde es necesario el esfuerzo, donde uno debe trabajar por él mismo y también por el compañero que prometió venir y no lo hizo.

La contracara son los otros, aquellos que “cumplen” con su obligación a regañadientes, con poco espíritu de sacrificio y muy poca imaginación para poder aportar al colectivo comunitario. Aquellos, que cuando se les ofrece una rifa o una entrada, dicen que “ya compraron”, aquellos que siempre están en los vino de honor o cócteles gratuitos y que también son parte de la foto comunitaria.

Y hay más, las publicaciones comunitarias siempre fueron producto del esfuerzo y la consagración de sus editores e instituciones patrocinantes. En nuestra comunidad apenas sobrevivimos unas pocas con pronóstico reservado como acostumbran a decir los médicos. Sin embargo, hay que reconocer que son muchísimos los que responden favorablemente a cada requerimiento de apoyo a los medios o a distintas actividades comunitarias. Y es notable como se produce la simbiosis entre el lector y el periódico. ARMENIA puede dar fe de ello y siempre agradece a los cientos que mensualmente la apoyan recibiendo el semanario en sus domicilios.

Volviendo a los “héroes invisibles”, este pasado fin de semana, uno de ellos, fiel trabajador del Colegio Arzruní hizo un gran esfuerzo y solventó de su humilde patrimonio el mástil de la bandera de Artsaj en el Colegio Arzruní de Flores. Silenciosamente se hizo cargo de la tarea y la llevó adelante con éxito. Y se notó como la comunidad educativa de la escuela reconoció su gesto con los cálidos aplausos con que premió su generoso acto.

No hay que ser un potentado económico para ser un héroe comunitario, con la desinteresada vocación de servicio podemos cumplir con nuestro deber para con los armenios. Un grano de arena tras otro construye un muro imposible de derribar. Hagamos el intento, colaboremos con nuestras instituciones, en todas ellas hay un espacio para todos nosotros.

 

Jorge Rubén Kazandjian

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