Legisladores de Estados Unidos apoyaron a Armenia y a Artsaj durante la COP29 en Azerbaiyán y denunciaron que sus vidas corrieron riesgo
El representante Frank Pallone y el senador Ed Markey, quienes participaron en la cumbre climática COP29 en Bakú, denunciaron durante una conferencia de prensa que enfrentaron amenazas y hostilidades durante su visita a Azerbaiyán. Ambos legisladores aprovecharon la ocasión para instar al Gobierno azerbaiyano a liberar a los presos políticos armenios y garantizar el retorno seguro de los desplazados de Artsaj (Nagorno Karabaj).
La visita, enmarcada en la participación de una delegación del Congreso en la COP29, tuvo momentos de alta tensión cuando manifestantes azerbaiyanos se congregaron frente al hotel donde se alojaban Pallone y Markey. Según Pallone, los manifestantes actuaron bajo “señales autorizadas por el gobierno” y llegaron a un punto crítico que, de no haber sido por el equipo de seguridad de la Embajada estadounidense, podría haber resultado en agresiones físicas. “Si no fuera por los guardaespaldas contratados por la Embajada, habría estado en el hospital. Fue muy grave”, advirtió el congresista demócrata por Nueva Jersey.
En el marco de su visita, Markey sostuvo una reunión con Hikmet Hajiyev, asesor de política exterior de Aliyev, donde remarcó la necesidad de liberar a los presos armenios y trabajar en medidas concretas para garantizar la paz en la región. Sin embargo, según el senador demócrata por Massachusetts, las conversaciones no avanzaron debido a la negativa de Hajiyev a asumir responsabilidades por las acciones del gobierno azerbaiyano. “Aliyev culpó a Armenia por todos los problemas del Cáucaso, rechazando cualquier posibilidad de diálogo productivo”, señaló Markey.
Pallone, quien fue excluido de una reunión con el presidente Ilham Aliyev, alentó al resto de la delegación a expresar la postura del Congreso respecto a la crisis humanitaria en Artsaj. No obstante, destacó que el presidente azerbaiyano rechazó todas las propuestas, incluyendo la liberación de prisioneros de guerra y la retirada de tropas de territorio armenio. “La idea era lograr un objetivo positivo”, comentó Pallone, pero agregó: “No había ninguna razón para creer que el presidente Aliyev estuviera dispuesto a impulsar la paz”.
Los legisladores estadounidenses enfrentaron una serie de críticas y presiones durante su estadía en Bakú, pero continuaron defendiendo públicamente la necesidad de proteger los derechos de los armenios en la región. Pallone, Markey y el senador Sheldon Whitehouse, también parte de la delegación, subrayaron su apoyo a Armenia. “Creemos que los presos políticos deben ser liberados. Creemos que debe existir el derecho de retorno de los armenios a Nagorno Karabaj”, afirmó Markey.
El mes pasado, 60 legisladores estadounidenses, incluidos Pallone, Markey y Whitehouse, enviaron una carta al Secretario de Estado Antony Blinken, instando a presionar al gobierno azerbaiyano para que tome “medidas tangibles” en favor de los derechos humanos y condene las declaraciones provocadoras contra Armenia. La respuesta de Aliyev fue tajante, calificando la carta como “un llamamiento repugnante” y reafirmando su postura de no ceder ante presiones externas.
Pallone concluyó su intervención en Washington señalando que las hostilidades vividas en Bakú solo fortalecen su compromiso de abogar por los derechos humanos y la estabilidad en el Cáucaso. “Seguiré luchando por la liberación de los prisioneros armenios, la protección de la soberanía territorial de Armenia y un acuerdo de paz justo y duradero que traiga calma a la región”, declaró.