Luz de Aurora

24 de octubre de 2024

Un mensaje antiguo pero persistente se escuchó el último 19 de octubre. Un mensaje lejano pero interpelante iluminó el auditorio de la Asociación Cultural Armenia. Pues, en tal fecha y en tal lugar de Buenos Aires se presentó Aurora's Sunrise (El Amanecer de Aurora), el film de Inna Sahakyan que retoma la figura de Aurora Mardiganián, sobreviviente y emisaria del Pueblo Armenio.

La película, ganadora de dieciséis premios internacionales, constituye un canal artístico que vincula el testimonio de aquella muchacha subastada durante el Genocidio de 1915 con el espectador contemporáneo. Además, eso se logra mediante recursos estéticos en los que el lenguaje audiovisual conjuga de manera magistral la animación cutout digitalizada con la grabación muda original, la crónica con la entrevista, la prensa gráfica con el archivo fílmico yla alternancia idiomática con el material fotográfico.

Entre la poesía y el arte pictórico Aurora's Sunrise no es solo la narración de una historia. También es la historia de una narración, la génesis y el desarrollo de un mensaje con su insistente recorrido hacia un Hoy y Aquí perpetuos, ya que se testifica la superación de las distancias temporo-espaciales y sus factores corrosivos para que el mensaje de Aurora continúe fluyendo vital a través de la convergencia de diversos formatos genéricos. Así, el receptor de todas las épocas y lejanías queda posicionado frente a la verdad histórica.

Pero, ¿cuál fue el recorrido de aquella voz? ¿De qué modo (o modos) un testimonio de 1918 persiste e interpela en la actualidad? El presente texto propone observar la renovación de aquel mensaje que partió desde las páginas de un periódico estadounidense hasta deslumbrar las salas de todo el mundo con las modernas técnicas cinematográficas del siglo XXI.

En abril de 1915, cuando apenas contaba con la edad de catorce años, Aurora fue víctima de las atrocidades que se desencadenaron sobre su Pueblo. El gobierno de los ultranacionalistas Jóvenes Turcos, tras abandonar su discurso democrático y otomanista, ordenó la limpieza étnica que posibilitase un Estado exclusivamente para turcos en las tierras que los armenios habitaban desde milenios antes de que los conquistadores turcomanos llegaran procedentes de Asia Central.

La convivencia arbitraria entre conquistadores y conquistados funcionaba mediante un sistema de vasallaje y de la desigualdad ante la ley producto de la teocracia sultánica que hasta 1908 gobernó un Imperio que en su mayor poderío se extendió por Europa, África y Asia, pero cuya decadencia y retracción territorial convenció a los nuevos gobernantes turquistas de que, para salvar al Imperio, había que depurarlo de las comunidades que ya habían sido estigmatizadas como enemigos internos y causas del declive imperial.

Fue por esa razón que, mediante la excusa de una reubicación poblacional, se organizó el Medz Ieghern (Gran Crimen), un plan de deportación cuyo auténtico objetivo consistió en la aniquilación de los armenios, quienes serían asaltados, secuestrados, violados, torturados y asesinados a lo largo del trayecto cuyo último destino serían los campos de concentración del desierto sirio, donde los pocos que llegasen morirían de hambre, sed, agotamiento y enfermedades contraídas por el hacinamiento y las condiciones inhumanas a las que durante meses fueran sometidos.

A la vez damnificada y testigo de aquellas calamidades pero sobreviviente de las mismas, Aurora se convertiría en portavoz de un pueblo arrasado.

Hacia 1918, ya refugiada en Nueva York tras escaparse de quienes la habían secuestrado y vendido como mercancía, comprendió que la contundencia del mensaje que cargaba no merecía otro destino que una difusión de tal envergadura que alcanzase a toda la humanidad. A partir de ello se articuló un proceso comunicativo que despertó durante más de un siglo la atención de rigurosos analistas.

Al momento de relatar su calvario, Aurora no hablaba inglés, por lo que, cuando el periodista, escritor y editor Henry Leyford Gates se interesó en ella, fue necesaria la mediación de alguien que la tradujera del armenio. Dicha tarea fue asumida por los miembros de la familia que amparó a la sobreviviente en Estados Unidos. Familia cuya identidad hasta la fecha se desconoce.

Bajo tales circunstancias en 1918 Gates recopiló el testimonio de Aurora y lo publicó en lengua inglesa con el título de Ravished Armenia.

Es importante destacar que el relato de Aurora fue presentado a través de recursos narrativos aportados por Gates, quien tomó esos episodios tan cruentos como reales y a partir de ellos elaboró una prosa atrapante que no altera el valor testimonial de lo enunciado por la sobreviviente ni le quita veracidad a los hechos. Es por esta razón que Ravished Armenia constituye un importante antecedente del género non-fiction, dado que se puede observar en su lectura la innegable conexión entre la novela de testimonio y la tarea periodística auténtica, del mismo modo que el fenómeno comunicativo parte de entrevistas a una persona real para difundir hechos verdaderos sin negarles una presentación estética. Gates realizó un trabajo de campo que anticipó casi cincuenta años el de Truman Capote, autor de In Cold Blood, tal vez la obra de non-fiction más emblemática.

En 1919 el mensaje de Aurora fue traducido al castellano desde el inglés por J. R. López Seña y se publicó con el título Armenia Arrasada, lo cual planteó un punto de análisis interesante: el verbo “ravish” significa tanto “arrasar” como “vejar”, “violar”. De manera que en la titulación castellana se pierde esa doble acepción. Permanece la alusión a la destrucción del Pueblo Armenio, pero se desvanece la referencia a la agresión sexual.

Lo que para algunos investigadores hispanohablantes resulta difícil de entender es que a la versión en castellano de 1919 le fueron omitidas o modificadas un considerable número de pasajes del original.

Independientemente de ello, el relato de Aurora adquirió tal repercusión que en ese mismo 1919 despertó el interés de Hollywood. En consecuencia se rodó una película muda dirigida por Oscar Apfel y titulada The Auction of Souls (La Subasta de Almas), en clara referencia al carácter mercantil que la deportación adquirió mediante la apropiación y comercio de la vida humana por parte de los genocidas.Lo más sorprendente de la filmación fue que Aurora, quien primero había tolerado los estropicios más crueles que una joven podía soportar, luego, los revivió al narrarlos, y, finalmente, los debió volver a atravesar mediante la experiencia de protagonizar su propio papel en la pantalla grande. Semejante situación de revictimización, entonces era inédita. Sin embargo algunos años después tendría su parecido en el cine argentino con el caso de Julio Troxler, sobreviviente de los fusilamientos ilegales de José León Suárez que actuó de sí mismo y como narrador en el film de Jorge Cedrón Operación Masacre, el cual se basó en el libro homónimo de Rodolfo Walsh que constituye la obra más consagrada de non-fiction en las Letras argentinas.

1919 tampoco finalizaría sin que Ravished Armenia tuviera otra publicación. Para esta segunda edición en inglés le agregaron el título de la película y dieciséis ilustraciones extraídas de la misma.

Desde entonces ha tenido varias reimpresiones y traducciones, entre las cuales se encuentran una edición holandesa y tres armenias.

Con el correr de los años, el film se perdió, siguiendo el destino de un alto porcentaje de películas mudas. Quedó registrado que Buenos Aires fue el último lugar conocido hasta ahora donde se proyectó con su nombre original. Ello sucedió el 24 de octubre de 1926, en una función organizada por la filial local de la Unión General Armenia de Beneficencia en el teatro José Verdi del Barrio de La Boca.

Pero el mensaje del Pueblo armenio que Aurora Mardiganián transmitió a la humanidad ya en lenguaje escrito, ya en cinematográfico, lejos estaba de perderse definitivamente u olvidarse. 

En 1994, el investigador Eduardo Kozanlián consiguió identificar en la República Armenia los únicos fragmentos sobrevivientes de la película. Se trata de algunos minutos que volvieron a difundirse como si se tratara de un reajuste que el Destino permitía para compensar de algún modo que aquel mismo año Aurora partió de esta vida.

El hallazgo, lejos de tomarse por punto de arribo, generó nuevos proyectos como una nueva edición en 1999 de la versión castellana de López Seña, la cual se agotó inmediatamente. Sin embargo, el trabajo más exhaustivo lo impulsaría el propio Kozanlián, quien encaró una labor que demandó veintisiete años de investigación para lanzar la versión de Subasta de Almas o Armenia Arrasada que incluye una contextualización historiográfica inédita en la narración de Aurora mediante el soporte paratextual derivado de documentación académica incuestionable.

Presentada el 20 de octubre de 2022 en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, esta edición además cuenta con una traducción nueva efectuada por Vartán Matiossián, directa del original en inglés de 1918 y que ofrece al lector hispanohablante por primera vez una versión integral y fiel a la narración primigenia de Aurora que recopiló Gates.

El principal logro de esta nueva publicación radica no sólo en que los testimonios recogidos hace más de un siglo quedan en diálogo con el trabajo de investigación académica que comprueba su veracidad, sino que además permite que de este modo se haya reimpulsado el mensaje del Pueblo Armenio que Aurora Mardiganián transmitió gracias a su supervivencia. A tal punto se produjo esta reactivación que, por ejemplo, el 6 de agosto de 2024 se presentó la novela gráfica Matar al Tirano, con texto de Lautaro Ortiz y gráficos de Ignacio Minaverry. En dicho trabajo, basado en el ajusticiamiento de Taalat Pashá, principal responsable del Genocidio perpetrado contra los armenios, se homenajea a Aurora en varias viñetas que incluso refieren a la película muda.

Finalmente, el 19 de octubre y la Asociación Cultural Armenia. Aurora’ s Sunrise, que había sido estrenada en 2022, llegó a Buenos Aires con subtítulos en español y su luz brilló en el quinto piso de Armenia 1366.

Han pasado 106 años de aquella primera difusión periodística y muchas expresiones documentales y artística, pero el mensaje de Aurora Mardiganián continúa persistente e interpelante, pues insiste en advertir sobre la amenaza que aún pende sobre los armenios. Hoy, la alianza político-militar entre Turquía y Azerbaiyán mantiene sitiada a Armenia y recientemente produjo la deportación genocida de los armenios de Artsaj. Esta lamentable situación empuja a comprender que si la comunidad internacional no intercede ahora como no lo hizo en 1915, Armenia continuará siendo arrasada. Por lo tanto, Aurora ilumina esta situación y reclama una oportuna intervención de todos (incluidos los armenios) para que nunca más vuelvan a subastarse almas.

Magíster Martín Montenegro Abazyán

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