Marcha en Argentina por el 110º aniversario del Genocidio Armenio: “Hoy reclamamos por la liberación de los rehenes secuestrados porque en Bakú no hay jueces, sino verdugos”

24 de abril de 2025

La comunidad armenia de Argentina marchó para conmemorar el 110º aniversario del Genocidio Armenio el 24 de abril, partiendo desde la Facultad de Derecho de la UBA hacia la residencia del Embajador turco en Buenos Aires, una marcha organizada por la Mesa Interjuvenil de la Comunidad Armenia de Buenos Aires (MICA).

La columna de la Federación Revolucionaria Armenia (FRA - Tashnagtsutiún) y sus organizaciones hermanas, Unión Juventud Armenia, Homenetmen, HOM, Hamazkaín, Colegio Armenio Jrimian y Badanegan Miutiun, portaron banderas exigiendo la liberación de los prisioneros de guerra y rehenes armenios presos ilegalmente en Bakú y el retorno de la población armenia de Artsaj a sus tierras nativas, luego de la guerra, bloqueo genocida y limpieza étnica perpetradas por Azerbaiyán entre 2020 y 2023. Una de las banderas estuvo dedicada a pedir por la liberación de Davit Ishkhanyan, compañero de la FRA y vocero de la Asamblea Nacional de Artsaj actualmente encarcelado por el régimen azerbaiyano.

Luego de la marcha se transmitió un mensaje de Luis Moreno Ocampo, exfiscal de la Corte Penal Internacional: "Hoy, estamos todos aquí para recordar la masacre cometida en 1915 contra el pueblo armenio que vivía en el Imperio Otomano. También la masacre contra los armenios de Nagorno Karabaj, expulsados de su tierra ancestral por Azerbaiyán en 2023".

"La historia se repite. Como en 1915, los líderes armenios fueron encarcelados en 2023. Hoy son rehenes. La comunidad internacional no quiso decir que hubo un nuevo genocidio contra los armenios. Y por eso hoy Azerbaiyán amenaza la existencia de la misma Armenia. Hace falta mostrar la decisión de evitar un nuevo genocidio contra Armenia y contra armenios. Vamos a trabajar juntos, armenios y no armenios, para que la promesa del NUNCA MÁS sea una realidad", fue el mensaje de Moreno Ocampo.

También se proyectó un mensaje de Taty Almeida, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora en el que remarcó que "fuimos de los primeros países que reconocimos el Genocidio Armenio".

Al evento asistieron los legisladores Matías Lammens, Federico Grillo, Claudia Neira, Federico Esswein, y Gustavo Mola, quien se dirigió a los presentes y destacó como "fundamental el trabajo que vienen desarrollando los jóvenes".

El acto comenzó con un mensaje del Archimandrita Aren Shaheenian, arzobispo primado de la Iglesia Apostólica Armenia para Argentina y Chile. "El Genocidio Armenio no puede ser puesto en duda, no puede ser objeto de negacionismo. Si en la actualidad el gobierno turco, los azeríes y otros movimientos lo ponen en duda, es porque adoptan una actitud contraria a la de los derechos humanos. Quien duda, quien niega, pone en peligro y se arriesga a que prosperan otras formas de genocidio, como la que sufrimos con el exilio obligatorio al que fueron sometidos nuestros 120.000 compatriotas de Artsaj".

Dos representantes de MICA leyeron el discurso de la juventud, luego de ser leído en idioma armenio: "A más de un siglo, el Estado Turco sigue negando los crímenes perpetrados contra el pueblo armenio. El autoproclamado sultán Erdogan sigue sin reconocer el genocidio y distorsiona su propia historia nacional mediante un amplio lobby financiado por los grandes grupos económicos y difundido en los medios de comunicación. Y no solo niegan lo ocurrido, sino que reivindican la figura de los genocidas. Un claro ejemplo de esto fue la imagen que se viralizó esta semana de un alto funcionario turco junto a uno azerí con un cuadro del genocida Enver Pasha".

"Este silencio sigue siendo el objetivo de los negacionistas, pero acá estamos para demostrar que no lo consiguieron. Estamos convencidos y no vamos a renunciar a la memoria, a la verdad y la justicia. Nuestra lucha es colectiva y comenzó el mismo día en que los sobrevivientes del genocidio escaparon del desierto", continuaron los jóvenes.

"Hoy reclamamos por la liberación de los rehenes secuestrados en Bakú. La farsa de los procesos judiciales en Azerbaiyán es algo que no puede tolerarse. Cada uno de nosotros, alzando la voz, somos la prueba que los presos políticos no pueden presentar, el alegato que no pueden decir y el derecho que no pueden reclamar. Porque en Bakú no hay jueces, sino verdugos".

"Conseguir que la bandera de Artsaj vuelva a ondear en la cima de Shushí es otra parte de nuestra tarea, que comienza con el reclamo por el derecho al retorno con garantías de seguridad internacionales. La población de Artsaj tiene que volver a sus hogares, a sus colegios, a las ciudades y pueblos en los que vivían".

"El silencio de la comunidad internacional permite que esto continúe. Que a 110 años del genocidio contra el pueblo armenio, Turquía continúe negándolo y además lleve adelante las mismas políticas de opresión y persecución contras las minorías que habitan en su país y en la región. Que a casi 2 años del destierro forzado, los armenios y armenias de Artsaj no tengan el derecho de volver a sus territorios ancestrales y habitarlos como lo hicieron durante muchos siglos, y que además continúe el juicio injusto contra los armenios en Bakú", remarcaron.

"Luchar contra el negacionismo y el olvido, también es hacer crecer cada vez más a las instituciones de nuestra comunidad. El trabajo que realiza cada una de ellas es enorme y es fundamental destacarlo. Tenemos una gran diversidad de organizaciones con un abanico de propuestas: escuelas, iglesias, conjuntos de danzas, grupos scouts, coros, clubes deportivos, espacios artísticos y sociales. No sucede en todos lados, y menos estando a más de 10.000 kilómetros de Armenia. El lobby y el negacionismo que intentan imponer Turquía y Azerbaiyán a lo largo del mundo, acá, en Argentina, lo contrarrestamos con el trabajo incalculable de nuestras instituciones. Organizados, enfrentaremos todas las embestidas contra nuestra identidad", finalizaron los representantes de MICA.

El cierre musical estuvo a cargo de Alejandro Chipian, quien cantó una versión en armenio de "Solo le pido a Dios", de León Gieco.

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