Mario Nalpatian: La decisión de Erdogan de reconvertir Santa Sofía en mezquita es una “restauración del sultanato”
En una carta de lectores en el diario La Nación, el dirigente Mario Nalpatian se refirió el 25 de julio a la respuesta del Embajador de Turquía a la carta del presidente de la Asociación de la Comunidad Helénica de Buenos Aires sobre la transformación en mezquita de la catedral de Santa Sofía.
"La inconsulta y unilateral decisión de transformación de la histórica catedral bizantina de Santa Sofía por parte del autócrata presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, debe inscribirse en su incontrolable escalada tendiente a la restauración del sultanato, ya no virtual sino real, que se extendería desde ambas márgenes del Mediterráneo oriental hasta el corazón del Asia Central", opinó Mario Nalpatian, miembro del Consejo Nacional Armenio Mundial, consejero del Canciller de la República de Armenia y vicepresidente de la Internacional Socialista.
"Ingentes han sido los llamados previos de líderes religiosos y políticos regionales y de la Unión Europea para que se mantuviese el carácter universal de la Aghia Sofia, construida en el siglo VI, e inscripta en 1985 como Patrimonio Universal de la Humanidad por la UNESCO. Erdogan utiliza su religión, desnaturalizando su carácter, como arma política para expandir su agenda neootomana, y establecer cabezas de playa en distintos países, aliándose con personajes fuertemente cuestionados por violaciones de derechos humanos y corrupción, como Al Bashir, de Sudán; el fallecido Khadafy, de Libia, o Ilham Aliyev, de Azerbaiján, Si bien Turquía se comprometió, con la firma del Tratado de Lausana (1923), a proteger las minorías de su territorio, tiene un grave historial de violación de derechos y propiedades por parte del Estado. Es imperioso recordar la ley de propiedades abandonadas de 1923, para confiscar las propiedades de los armenios desterrados y masacrados; la ley de 1934 (Soyadi Kanunu) de turquificación forzada de apellidos; la ley de 1942 (Varlik Vergisi) de impuesto al capital; el confinamiento en campos de trabajo de los cristianos durante la Segunda Guerra Mundial, período en que coqueteó con la Alemania nazi, septiembre de 1955, cuando instigados por el MIT (servicios secretos) se atacó y asesinó a griegos y armenios en las calles de Estambul, y más recientemente los asesinatos de sacerdotes católicos en Anatolia, el incendio de iglesias armenias o el magnicidio del periodista armenio Hrant Dink, en 2007", detalló Nalpatian.
"Ha llegado el momento en que la comunidad internacional y en particular las cancillerías y gobiernos tomen seriamente la amenaza que representa el señor Erdogan con su agenda político-militar y peligrosa ambición de restaurar el califato otomano, el tristemente conocido "'hombre enfermo de Europa'", finalizó el dirigente.