Osvaldo Bayer: tus palabras no se tuercen, nosotros tampoco

Osvaldo Bayer, en el espejo de tu obra vimos nuestro reflejo.
Vos también lo viste.
Fiel a tus convicciones humanistas, nos acompañaste en el largo camino que venimos recorriendo en búsqueda de Justicia.
Transitamos juntos los dos 24, el de marzo y el de abril.
Hombre de coraje, tu compromiso trascendió la mera solidaridad con las víctimas; también supiste vindicar a los héroes que restituyeron la dignidad del pueblo armenio.
“A ese Soghomón Tehlirian poseído por la imagen de su familia asesinada en la forma más despiadada […]; sí, ese hombre solo que sabía que en ese país, Alemania, cabía la pena de muerte para el autor de un homicidio, sin embargo se jugó el todo por el todo, enfrentó a la bestia humana Talaat y lo borró de la vida para siempre”.
Osvaldo Bayer, este es tu prólogo a la publicación que hicimos de la transcripción taquigráfica del proceso judicial que se siguió contra Soghomón Tehlirian en Alemania.
En la estepa patagónica, torcieron el hierro que te recuerda.
Insensatos, no saben que tu grandeza no es la de los monumentos, sino la de una palabra viva y al acecho. Tuercen el hierro y, sin darse cuenta, quedan atrapados en tu obra. Se apresuran a colocar su nombre en la lista de los criminales y sus encubridores. Los que fusilaron en la Patagonia, los que obligaron a marchar por el desierto.
Osvaldo Bayer, los descendientes de armenios en Argentina te recordamos con inmenso afecto y no necesitamos monumentos para hacerlo.
Tus palabras no se tuercen, nosotros tampoco.
Hagop Tabakian
Presidente Regional del Consejo Nacional Armenio