¿Qué es el Madagh?
Con un origen milenario que se remonta incluso previo a la adopción del cristianismo, el Madagh se presenta como una tradición histórica armenia que pese a sus modificaciones, todavía ocupa un importante lugar dentro de la comunidad. En la actualidad, se celebra con una comida grupal, habitualmente un almuerzo de trigo acompañado de cordero, pollo u otro tipo de carne.
Sin embargo, no siempre se concibió de la misma manera. Para entender mejor esta costumbre, el Arzobispo Kissag Mouradian explica: “Yendo al significado de la palabra, el Madagh está relacionado con el sacrificio. Generalmente, en la época pagana, tanto los armenios como otros pueblos realizaban sacrificios humanos, pero luego, con la adopción del cristianismo se pasó a hacerlo con animales”.
Habitualmente son las instituciones las que llevan a cabo el evento pero también se puede hacer en el seno de la propia familia. En este caso se denomina Hokedjash, cuyo significado hace referencia al alimento que se prepara para que Dios reciba el alma de una determinada persona. Si bien muchas veces se hace una suerte de ritual para recordar a los fallecidos, como bien indica el clérigo, este no es el único motivo ya que también se puede realizar en conmemoración de diferentes sucesos, como un casamiento, la salvación de una iglesia o un nacimiento.
“Es una forma de no olvidarnos de nuestro pasado, nuestros abuelos, y a su vez no perder nuestra propia identidad. Se trata de renovar el compromiso con nuestro pueblo”, afirma el monseñor. Históricamente, la comida del Madagh se repartía entre los más carenciados, por lo general en las puertas de las iglesias, aunque en la actualidad se hace para todos los presentes. “Cuando era chico íbamos a la iglesia porque daban alimento para los pobres. La familia que lo hacía no la llevaba a su casa la comida sino que la repartía entre los que estaban presentes en la iglesia”, recuerda el arzobispo.
Pese a que esta última práctica se ha ido perdiendo con el paso del tiempo, todavía hoy algunas instituciones intentan promover esta característica benéfica. El ya tradicional Madagh de Homenetmen, realizado desde hace más de 25 años en conmemoración a los mártires del Genocidio Armenio, generalmente el primer domingo posterior al 24 de Abril, es una muestra de esto. Horacio Terzian, presidente de la filial de Buenos Aires de esta organización, detalla: “Desde el año pasado hemos incorporado la modalidad de trasladar el Madagh hacia los más carenciados en Argentina. Lo llevamos a determinados comedores, merenderos u otros espacios. En 2018 hicimos una prueba llevando más de 600 raciones a seis lugares diferentes. Este año la idea es duplicar esta cantidad”. Se abre la convocatoria para quienes puedan colaborar en la tarea ya que la idea es que mil niños tengan su plato de Madagh en comedores infantiles de CABA y la provincia de Buenos Aires. Así es como el viernes 26 de abril se darán cita desde las 9 hasta las 13 hs para cocinar en Aintab Dun, Niceto Vega 4876 y el sábado siguiente, a la misma hora, saldrán de ahí hacia los comedores. Históricamente el evento se organizaba en el club de Villa Sarmiento pero en el último tiempo se pasó a hacer en el Gimnasio Marcarian de la Asociación Cultural Armenia.
A su vez, la misa previa, que antes se realizaba en el mismo club, actualmente tiene lugar en la Catedral San Gregorio el Iluminador, primero con una eucaristía, con pan y vino, y luego con el responso para el alma o descanso de los fallecidos. Durante los últimos años, los Madagh no aglomeran tanta gente como lo hicieron históricamente pero las organizaciones no abandonan su realización. “Lamentablemente veo que es un tradición que con el paso de las generaciones va perdiendo un poco de fuerza, no solo en Homenetmen, sino en todas las entidades que llevan a cabo este acto cultural. Mucha gente mayor se ve imposibilitada de participar y los jóvenes no vienen tanto”, explica el titular de este organismo. “Igualmente tenemos este compromiso, sabemos que es nuestra obligación tratar de hacer todo lo posible por transmitir esta tradición”, destaca Terzian, en una muestra más de cómo todavía hay quienes no renuncian a mantener viva la llama de esta tradición con miles de años de antigüedad.