Se cumple el 4º aniversario del comienzo de la guerra desatada por Azerbaiyán contra Artsaj
El 27 de septiembre de 2020, hace cuatro años, Azerbaiyán comenzó una guerra con apoyo de Turquía contra la República de Artsaj (Nagorno Karabaj).
En la madrugada del 27 de septiembre, las unidades azerbaiyanas lanzaron acciones militares a lo largo de la línea de contacto con Artsaj, empleando todo el arsenal a su disposición. En respuesta, Armenia y la República de Artsaj introdujeron la ley marcial y la movilización total.
Azerbaiyán recibió un fuerte apoyo de Turquía durante las hostilidades. Esta última reclutó a terroristas mercenarios de Siria para luchar contra las fuerzas armenias. El hecho fue confirmado por organizaciones internacionales y funcionarios de diferentes países. Dos sirios fueron finalmente capturados y condenados a cadena perpetua en Armenia.
Durante los 44 días de combates, las partes acordaron cesar las hostilidades tres veces con la mediación de los países copresidentes del Grupo de Minsk (Rusia, Francia y Estados Unidos), pero no respetaron el alto el fuego.
Los intensos combates continuaron hasta el 9 de noviembre, cuando los líderes de Armenia, Rusia y Azerbaiyán adoptaron una declaración de alto el fuego. En virtud del documento, las fuerzas de paz rusas se desplegaron a lo largo de toda la línea de contacto.
Según la última actualización, 3.830 personas murieron como resultado de las hostilidades. Tres años después de la guerra de 44 días, el 19 de septiembre, Azerbaiyán llevó a cabo otro ataque contra Nagorno Karabaj bajo el pretexto de una "operación antiterrorista". Como resultado del ataque murieron 214 militares y 21 civiles. La agresión desatada después del asedio de 10 meses hizo imposible que la población armenia viviera con seguridad en la República de Artsaj.
Los habitantes de Artsaj se vieron obligados a abandonar sus hogares y más de 100.000 personas escaparon hacia Armenia. Artsaj quedó despoblado. Durante esos días, Azerbaiyán arrestó a los dirigentes político-militares de Artsaj. Decenas de armenios siguen detenidos ilegalmente en las cárceles de Bakú. Más de 300 siguen desaparecidos.