El pogromo contra los armenios en Azerbaiyán

Se cumplen 30 años de las matanzas de armenios en Bakú

13 de enero de 2020

El lunes 13 de enero se cumplieron 30 años del pogromo de Bakú, un hecho que marcó la necesidad del pueblo de Artsaj (Nagorno Karabaj) de liberarse de la opresión del régimen azerbaiyano soviético.

El primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, rindió homenaje a las víctimas en el memorial del Genocidio Armenio, junto con el presidente de la Asamblea Nacional, Ararat Mirzoyan, el catolicós de todos los armenios, Karekin II, y otros funcionarios.

El presidente de Armenia, Armen Sarkissian, dio un mensaje en el que dijo que "los asesinatos masivos de ciudadanos de origen armenio organizados por las autoridades azerbaiyanas en enero de 1990 en Bakú fueron el resultado de las políticas estatales de armenofobia y la expulsión forzosa de armenios". Luego, agregó que "hasta hoy, las autoridades azerbaiyanas no se hicieron responsables por el asesinato étnico de miles de personas, por las torturas, el exilio forzado y el robo de las propiedades de los armenios". De acuerdo con el Presidente armenio, "hoy también, con la impunidad del crimen y la propaganda de odio contra Armenia y contra los armenios, continúan promoviendo crímenes similares, poniendo en peligro la paz y la seguridad regional".

La Cancillería de Artsaj también emitió un comunicado planteando que "los pogromos de Bakú se convirtieron en uno de los crímenes masivos más sangrientos contra la población armenia en la serie de pogromos, deportaciones, limpieza étnica y otros crímenes contra la humanidad llevados a cabo en Azerbaiyán desde febrero de 1988". "Condenamos el permanente negacionismo por parte de las autoridades azerbaiyanas de los actos genocidas y la glorificación de los intérpretes y ejecutores, práctica que se convirtió en una parte integral de la política de Bakú para promover la xenofobia y el odio hacia los armenios".

El pogromo de Bakú fue la matanza y violencia étnica contra las personas de origen armenio que vivían en la capital de Azerbaiyán entre el 13 y el 19 de enero de 1990. Se calculan unas 400 víctimas fatales, aunque el número oficial se mantiene en 25, así como también golpizas, robos y violaciones a mujeres por parte de grupos civiles con la complicidad de las autoridades. Los hechos se asemejan al pogromo de Sumgait, donde ocurrieron hechos similares, y marcaron el exilio de los casi 250.000 armenios que vivían en Azerbaiyán.

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