En memoria

Se marchó el Dr. Juan Minoian, un sabio de la vida

12 de febrero de 2016

Berisso--MinoianNuestra comunidad tiene tesoros ocultos entre sus integrantes. Personas que tienen enorme sentido moral, sensibilidad, honestidad y por sobre todas las cosas amor por sus semejantes. Y cuando perdemos alguna de esas sabias personas nos duele el corazón.

Apenas horas pasaron de la muerte del Dr. Juan Minoian. No creo equivocarme si digo que todos lo conocían y lo conocían bien, porque Juan fue un ser transparente dedicado a su profesión de médico, a su familia y también a toda la comunidad. Él era una de esas almas que uno encuentra cada tanto en la vida. Era alguien que sabía entrar en el corazón de su interlocutor con apenas unas palabras. Tenía su identidad armenia muy acendrada, seguramente heredada de su padre oriundo de Akn, un pueblo ubicado en la Anatolia de los armenios. La trágica historia de su familia corría como un torrente de pasión por sus venas y era capaz de contarla con vehemencia buscando en su oyente la comprensión del crimen de lesa humanidad sufrido por el pueblo armenio.

Juan era un militante de la vida. Sanaba cuerpos y almas con su espíritu batallador pleno de confianza y fe en el futuro. Fue largos años director del Hospital Larrain de Berisso. Allí, no sólo se ocupó de sus compromisos médicos, también batalló con administradores y autoridades provinciales buscando proveerse de todo lo necesario para que “su” hospital cumpliera con los objetivos trazados.

También fue cofundador y presidente por muchos períodos de la Asociación de Entidades Extranjeras de Berisso. La designación de esa ciudad como sede del Día Provincial del Inmigrante fue lograda bajo su gestión. Y como valor agregado, cada año la pequeña comunidad armenia local participaba en el tradicional desfile y también ofrecía la celebrada actuación de los diferentes conjuntos de danzas armenias de la comunidad.

minoian_La causa armenia ocupó un lugar preponderante en su vida. Puede decirse que el Dr. Minoian se puso al hombro la responsabilidad de llevar adelante las reivindicaciones armenias en Berisso y La Plata. En base a su sacrificio y dedicación personal logró la publicación de decenas de notas sobre el Genocidio Armenio en los más importantes medios de prensa de esas localidades. Y lo hizo sólo, sin pedir ayuda, ni recibirla.

Supo ganarse la confianza y el cariño de todos los que lo conocieron merced a su hombría de bien, a su palabra sincera, sin segundas intenciones. Fue un dirigente comunitario responsable, cabal, seguro de sí mismo,  porque sabía que siempre hacía lo correcto, lo que correspondía.

El Dr. Minoian nos honró con su confianza. Tuvimos la oportunidad de tener largas charlas con él. Su vida fue realmente conmovedora porque la dedicó a servir a la gente, aquella que lo necesitaba y esperaba su sabiduría profesional y humana. Había sido un gran deportista y haciendo gala de su prodigiosa memoria podía narrar en detalle su debut como futbolista de 1° división de Gimnasia y Esgrima de La Plata, club donde también triunfó su hermano Carlos como gran arquero.

Lo vamos a extrañar, vamos a extrañar esa lucidez que conservó hasta el último momento de su vida y que fue tal vez el motor que lo impulsó a triunfar en la vida.

Pero nos deja un legado, una historia que pronto daremos a conocer para que todos sepan quién fue y qué hizo en la vida este sabio hombre que acabamos de perder.

Un abrazo Juan, algún día nos volveremos a ver para hablar como siempre de nosotros, los armenios.

Jorge Rubén Kazandjian

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