Suenan las campanas de septiembre
Suenan las campanas de septiembre, mes donde se revitalizan los aires de esperanzas, mes en que vuelven a retumbar las voces alzadas hacia la libertad.
La independencia de Artsaj del 2 de septiembre de 1991 y la revalidación de la República en Armenia del 21 de septiembre de 1991 son hechos trascendentes y son parte de un proceso al que definitivamente debemos saber potenciar.
La defensa y la consolidación de una República, de un Estado de derecho democrático, que pese a la constante amenaza de la agresión de los azeríes no deja de evolucionar para compatibilizar su estándar de gobernabilidad con las normas internacionales y de esta forma ganar el derecho de ser reconocido como sujeto soberano.
La confirmación de una vez por todas que sea el pueblo único beneficiario de sus políticas y así desactivar a las oligarquías que acechan. Con la misma intensidad debemos abrir camino y seguir construyendo el progreso y desarrollo de Artsaj. Ella significó la victoria tan esperada, vital y necesaria, como épica e inolvidable. Ella ha sabido tumbar a las sombras de quienes venían a dejarnos sin aliento y completar un exterminio que se prometen todavía del otro lado de la línea de frontera.
Artsaj, su recuperación, fue levantar la cabeza, fue dejar de consolarse y acurrucarse en brazos de la resignación. Fue dejar de esperar una fuerza divina para restituir los derechos vulnerados del pueblo armenio. Artsaj es la materialización de añoranzas pasadas, parte de las tierras ancestrales abrazando a su pueblo.
Sin embargo es arduo y extenso el camino. Así fue el transitar hasta derrumbar las paredes de silencio y negación levantadas sobre el genocidio sufrido. Con esa misma convicción, con ese mismo compromiso de distintas generaciones, de sus individuos e instituciones, mancomunada toda la nación armenia, así iluminaremos la invisibilidad a la que se quiere someter a Artsaj.
Artsaj es el despertar de un sueño transformándose en realidad, es la justicia para los siempre relegados, es levantarse día a día empapados en el espíritu de nuestros héroes, es el impostergable futuro que nos desafía a hacernos cargo.
Hagop Tabakian
Comité Central de la FRA
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