Turkish Airlines dejará de ser el sponsor de River Plate
Finalizado el contrato de tres años, la empresa Turkish Airlines dejará de ser el sponsor del club argentino de fútbol River Plate y ya no aparecerá en la camiseta a partir de agosto de 2022, cuyo lugar será ocupado por la empresa española Codere, según se anunció el 28 de julio.
La decisión de elegir a la empresa estatal turca como sponsor de la camiseta desató una gran cantidad de críticas dentro de la comunidad armenia local, en especial a partir de la participación directa de Turquía en la guerra contra Artsaj (Nagorno Karabaj) y Armenia durante el año 2020.
Los antecedentes de Turkish
En julio de 2019, cuando empezó a circular el rumor del acercamiento entre River y Turkish Airlines, IARA – Instituciones Armenias de la República Argentina publicó un comunicado en el que advirtió que “Turkish Airlines, como empresa estatal de Turquía, representa los intereses del régimen de Recep Tayyip Erdogan, un gobierno negacionista, autoritario, que persigue y encarcela a opositores y periodistas, con especial énfasis en los kurdos y armenios” y pidió “a los dirigentes del fútbol argentino que no permitan que se usen los colores que aman para lavar la imagen de un régimen denunciado por los más importantes organismos de derechos humanos de todo el mundo”.
Previo a la firma, tanto desde la oposición como dentro de la Comisión Directiva de la gestión del entonces presidente Rodolfo D’Onofrio plantearon sus críticas al acuerdo.
En marzo de 2018, dos universidades argentinas intentaron llevar adelante unas conferencias patrocinadas por Turkish Airlines y tituladas “1915, el año más largo del Imperio Otomano”, denunciadas por la comunidad armenia como actividades negacionistas. Tras la movilización comunitaria y el pedido de explicaciones hacia los organizadores por parte del Consejo Nacional Armenio, ambas universidades cancelaron las conferencias. La actividad tuvo que realizarse finalmente en un ámbito privado, en el Centro Islámico de la República Argentina, que fue finalmente sede de la actividad negacionista.
La aerolínea había intentado acercarse a Racing en 2015, pero en ese momento se encontró con el rechazo del presidente Víctor Blanco. Un año antes, en 2014, Matías Lammens rechazó el sponsoreo de Azerbaiyán a la camiseta de San Lorenzo. Según se conoció luego, los funcionarios azerbaiyanos exigían que no hubiera armenios en la comisión directiva del club. Lammens, quien fue criado por su tío de origen armenio, recibió un reconocimiento por parte de la Unión General Armenia de Beneficencia por su decisión meses después.
La presentación del acuerdo con el Embajador negacionista turco
El 31 de agosto de 2019 se presentó oficialmente a Turkish Airlines como sponsor de River Plate en el Estadio Monumental con la presencia del presidente de River Rodolfo D’Onofrio, el presidente de Turkish Airlines İlker Aycı, el embajador de Turquía Şefik Vural Altay y el entrenador Marcelo Gallardo.
En particular, la presencia de Vural Altay irritó a la comunidad armenia, dado que el diplomático se caracterizó en los últimos años por sus accionares violentos e intimidatorios tanto contra la comunidad armenia de Argentina como contra todo aquel que se solidarice con el pueblo armenio.
El 22 de octubre, Unión Juventud Armenia de Sudamérica (UJA) lanzó la campaña #ElPechoNoSeMancha para rechazar el sponsoreo de la aerolínea estatal Turkish Airlines en River. “River tiene un compromiso histórico con el espíritu familiar, solidario y de memoria histórica de los derechos humanos en la Argentina. Creemos que es inexplicable la adopción de este sponsor, y mucho más grave son sus justificaciones”, informó UJA en un comunicado. “Que se entienda bien: nuestra campaña no es contra los hinchas de River. Todo lo contrario, creemos que un club de la talla del ‘millonario’ no puede tener aportes que provengan de Estados que de manera sistemática violan los derechos humanos”, remarcaron.
La guerra desatada por Turquía y Azerbaiyán
El 27 de septiembre de 2020, Azerbaiyán y Turquía comenzaron una guerra contra Artsaj y Armenia. Los presidentes de Azerbaiyán y Turquía, Ilham Aliyev y Recep Tayyip Erdogan, declararon en un primer momento que había sido Armenia quien había atacado, algo que sería desmentido por ellos mismos meses después. El involucramiento de Turquía también fue negado en un comienzo, pero confirmado por los propios mandatarios en agosto de 2021.
A días de comenzado el conflicto, las instituciones de la comunidad armenia le pidieron al club que no use la camiseta con el sponsoreo turco, pedido que fue ignorado por las autoridades de River. "La política del Estado de Turquía ya no se basa solamente en la negación del Genocidio Armenio de 1915, sino que se planea ejecutarlo nuevamente en pleno 2020. Le pedimos, una vez más, como representante de una institución centenaria, que elija los valores, la defensa de los derechos humanos y la paz por sobre el dinero y la guerra, y que River no utilice la camiseta con el logo de Turkish Airlines hasta que se resuelva el conflicto", fue el mensaje dirigido al presidente de River Plate, Rodolfo D’Onofrio.
A lo largo de los 44 días de guerra se reportaron numerosos crímenes de guerra por parte de Azerbaiyán, incluida la utilización de municiones de racimo contra población e infraestructura civil, torturas, decapitaciones, mutilaciones y asesinatos filmados por los propios soldados azerbaiyanos contra civiles y soldados armenios, y bombardeos contra iglesias, escuelas y hospitales. Los delitos internacionales continuaron luego de la firma del cese del fuego con el secuestro y la negativa del Gobierno azerbaiyano a devolver a los prisioneros de guerra armenios, como así también la invasión y ocupación contra los territorios de las repúblicas de Armenia y Artsaj.
Durante la guerra, se denunció que los aviones de Turkish Airlines facilitaron el traslado de mercenarios, terroristas y yihadistas de Siria hacia la zona de guerra para luchar junto al Ejército azerbaiyano. Dos combatientes sirios capturados por el Ejército de Artsaj declararon durante los interrogatorios que fueron reclutados en los territorios sirios controlados por Turquía y luego trasladados hacia la zona de guerra. El uso de mercenarios fue negado por Azerbaiyán y Turquía, pero ampliamente confirmado por medios de comunicación, mediadores del conflicto y organismos internacionales.