Turquía: Convierten la histórica iglesia asiria de San Pedro y San Pablo en escuela islámica
ROMA, (ACI).- La antigua iglesia asiria de San Pedro y San Pablo en la ciudad de Urfa (Turquía), ha sido convertida en un centro cultural de la municipalidad local y sede de una escuela islámica de la Universidad de Harran.
La noticia fue publicada por The Armenian Weekly, que presentó el hecho como “otro ejemplo de intolerancia” contra la minoría cristiana, pues desde que fue abandonado en 1924 por los asirios, que huyeron a Alepo en medio de la persecución turca, el histórico edificio ha sido usado para diferentes propósitos, menos su objetivo original de ser una iglesia.
Así, la iglesia de San Pedro y San Pablo ha sido utilizada como fábrica de tabaco, almacén de uvas y de alfombras. En 2002 se convirtió en el "Centro Cultural Kemalettin Gazezoglu" y ahora parte del templo ha sido entregada a una fundación que dirige la escuela islámica de la universidad local.
Sin embargo, Urfa, cuyo nombre original era Edessa, fue una ciudad que para el año 943 estaba llena de iglesias y monasterios –incluso bajo dominio árabe musulmán–, y donde convivían al menos tres denominaciones cristianas diferentes, señaló el estudioso Ian Wilson al abordar la actual ausencia de herencia cristiana en esta región.
Asimismo, además de ser importante para los cristianos asirios, Edessa también tiene un gran significado histórico para los armenios, pues se cree que en esta ciudad fue inventado el alfabeto armenio.
Sin embargo, la ciudad pasó bajo control islámico y bizantino constantemente, hasta que en 1144 fue conquistada por la dinastía turca Zengid y absorbida por el Imperio Otomano en 1517.
Hoy es una ciudad totalmente musulmana, luego que durante siglos los cristianos fueran expuestos a asesinatos masivos en varias ocasiones desde la llegada de los turcos desde Asia Central en el siglo XI.
Según el Consejo Nacional Armenio, una de las mayores masacres fue “la quema de la catedral armenia de Urfa con tres mil fieles que habían buscado refugio durante el asedio de su barrio”.
Además, en octubre de 1895 el ejército turco entró a Urfa y asesinó a 13.000 asirios, recuerda la estudiosa Anahit Khosroyeva en su artículo "Una Historia del Genocidio Asirio".
Sin embargo, en 1915 vendría el más grande exterminio de armenios y asirios por parte de los turcos, con más de un millón y medio de muertos.
“Así como en el genocidio armenio, una gran parte de las muertes asirias ocurrieron como resultado las marchas de la muerte por el desierto sirio”, expuestos a la brutalidad, el hambre, la sed y el calor, ocasionando que ciudades enteras quedaran deshabitadas, indicó el historiador Paul R. Bartrop en su libro “Encuentro con el genocidio”.
Bartrop indicó que “uno de los principales factores que contribuyeron a la campaña turca contra las minorías cristianas fue el compromiso asumido antes de la guerra para la turco-unificación del imperio”, así como su islamización.
“En consecuencia, el 11 de octubre de 1914, el Sultán Mehmet V declaró la yihad (guerra santa) contra todos los cristianos que vivían en el imperio. La llamada a la guerra santa fue reafirmada el 14 de noviembre de 1914 por el jeque al-Islam, el clérigo islámico más importante del Imperio Otomano. Fue dirigida hacia todos los cristianos, golpeando especialmente duro a los de ascendencia armenia, asiria y griega”, escribió Bartrop
Luego siguió el saqueo y confiscación de las propiedades abandonadas, entre ellas las iglesias y monasterios que fueron destruidos o usados como establos o almacenes.
The Armenian Weekly advirtió que actualmente los cristianos en Turquía son solo el 0,2% de la población, un porcentaje mucho menor que todos sus vecinos incluyendo Siria, Irak e Irán. Además, recordó que aunque la Constitución es oficialmente secular, el cristianismo y otros credos no musulmanes están “bajo constante presión y ataques del gobierno turco”.