“Zarmanazan”, increíble proyecto educativo armenio de la Fundación Gulbenkian
Hace ya dos semanas, se está llevando a cabo un evento que sin dudas, hará historia. En los Alpes franceses, a unos pocos kilómetros de Suiza, un grupo de maestras de las escuelas armenias de Argentina, participamos del Proyecto educativo “Zarmanazan”, organizado por la Fundación Calouste Gulbenkian.
Este proyecto cuenta con dos componentes: Por un lado, un campamento para jóvenes con actividades específicas según los grupos de edad de 10 a 15 y de 16 a 24 años, donde diariamente asisten a talleres diversos que van desde música, expresión corporal, debates, deportes, espacio de lectura y hasta una radio que durante las noches todos podemos escuchar, íntegramente en idioma armenio.
Y por otro una especialización sobre enseñanza del armenio Occidental con un diploma avalado por el Instituto de Lenguas y Civilizaciones Orientales (INALCO) de París, para las docentes.
En un espacio amplio, con vista directa a la montaña y un espíritu de alegría y unión, se van sucediendo estos días de intensa actividad. Aproximadamente, ciento cincuenta personas de diferentes partes del mundo, conformamos “Zarmanazan”, y todos tenemos algo en común. Durante todo un mes nos comunicaremos en el mismo idioma.
El grupo, conformado por trece estudiantes, cuenta por primera vez con la presencia de siete docentes de Argentina, y es curioso encontrarse reflejado al hablar de las problemáticas que aquejan a las escuelas armenias de cada parte del mundo. Será por eso quizás, que esta capacitación, nos reúne a todos en un mismo punto de encuentro y un objetivo bien claro, en lo que respecta a la resignificción y transmisión del armenio occidental.
Ani Garmirian es la creadora del proyecto, con quien abordamos los procesos de adquisición de la lengua, y junto a ella analizamos las observaciones que realizamos de los diversos talleres. En esta tarea podemos articular lo teórico con lo práctico, y hacer foco en el vínculo que establecen los guías con los niños y jóvenes.
La capacitación está organizada de la siguiente forma: A primera hora del día, contamos con la clase de Metodología, orientada a actividades creativas en la lectura y la escritura de diferentes tipos de textos, a cargo de la docente Amy Hughes (Magister en el Arte de la Enseñanza), quien nos facilita herramientas interactivas para el uso de la tecnología en el aula.
Seguidamente la clase de Lingüística, a cargo de la especialista en el tema, Anahid Donabedian,(Doctora en Ciencias del Lenguaje y Profesora Universitaria- INALCO) nos encamina en la milenaria historia de nuestra gramática y en sus mutaciones que nos han llevado a hablar la lengua que hoy intentamos conservar.
Por las tardes, abordamos el tema de la enseñanza de la lengua a partir de proyectos junto a, Anke al-Bataineh, y junto a ella también, realizaremos el proyecto final que aplicaremos en cada uno de nuestros colegios.
La jornada de actividades finaliza con la vivencia de aprender un idioma completamente desconocido por nosotras, en esta oportunidad, griego. Esto nos da la posibilidad de ponernos en el lugar de nuestros alumnos y evaluar otros modos posibles de enseñanza en materia de idiomas extranjeros.
Cada cinco días de actividad, tenemos también el esperado día de descanso.
Al momento hemos compartido dos actividades junto al resto del grupo, recorriendo ciudades cercanas, y realizando visitas turísticas.
El predio “Le Carlina”, que nos recibe desde el 15 de julio, se ha convertido en un sitio de inmersión de la lengua armenia, pensado de tal forma para que la interacción entre todos los que convivimos, sea en el mismo idioma.
La posibilidad de conversar y convivir con artistas, músicos y escritores a diario, enriquecen nuestra estadía. Asimismo, algunas noches, podemos disfrutar de actividades conjuntas, como la visita de reconocidos escritores, compartir una película en idioma armenio, o en otras oportunidades, seguir el sonido del “Duduk” o el “dhol” y disfrutar de una ronda de baile.
Las sensaciones son compartidas. Hay emoción, interés, curiosidad, esperanza, alegría.
El entorno acompaña las ganas de trabajar por un mismo objetivo, y el grupo de “las argentinas”, hemos logrado un vínculo, que nos permite acompañarnos en las necesidades, alimentar nuestros saberes, y gestionar nuestras dudas.
Pero sin lugar a dudas, este vínculo, refuerza las sensación de que, a miles de kilómetros de nuestra madre patria, podemos y queremos trabajar en conjunto para que esta lengua, no muera.
*Docente de idioma armenio de los colegios Jrimian y Mekhitarista